Ep. 9 - Demasiado

114 30 4
                                    

—¿Porqué la pregunta?

—Es que... no estoy seguro que me consideras

—Supongo que si somos amigos... por ahora —no dije nada, sabía a que se refería pero seguía sin entender

—¿Y porqué yo?, si hay tantos chicos mucho más divertidos

—Lo sé, pero... es raro... ni siquiera eres mi tipo

Ah bueno, el hecho de que diga eso me ayuda un montón, gracias Sung Hanbin. Decían que el alcohol te hacía decir la verdad pero esto fue demasiado para mí.

—Tu tampoco eres mi tipo... —dije con un poco de molestia pero sólo rió y siguió bebiendo —no sé porqué me gustas si eres todo lo que está mal

—¿Eso piensas? —carcajeó

Llamó al camarero y pidió más cervezas. Tomé un par de ellas, no sé cómo era posible que una bebida me hiciera sentir tan alegre, ya no sentía consciente de lo que decía y hacía y eso lo volvía divertido.

—Toma, te voy a enseñar a fumar correctamente —me dio el cigarrillo y yo lo tomé sin chistar —el encendedor lo tienes que presionar de aquí

Me puse el cigarro en la boca y prendí el objeto como me dijo, el fuego salió y lo acerqué al cigarrillo haciendo que se prendiera.

—Muy bien —me felicitó —ahora, tienes que absorver el humo lentamente, saborealo en tu boca, tampoco te lo vayas a tragar

Seguí sus instrucciones, y al sentir el humo, lo soplé expulsándolo fuera de mi boca viendo como salía una gran nube.

—Lo logré, no me ahogué —sonreí y comencé a dar saltitos de emoción, en un instante casi me caigo pero él me sostuvo

—Viste que no era tan difícil —susurró en mi oído haciéndome estremecer de nuevo

Estaba feliz, muy feliz, quizás era el alcohol, estoy seguro que era eso, parece magia, se me sube a la cabeza y me hace olvidar que hay otros cientos de personas en el mismo lugar en el que estamos nosotros.

Durante toda la noche, él no se despegó de mí, nos pusimos a brindar por cualquier estupidez, cada que sonaba una canción que le gustaba me sacaba a bailar y al finalizar, nos regresabamos a seguir tomando. No comenzamos a reír por todo, ni siquiera me acuerdo que era tan gracioso.

El humo y el alcohol juntos me hacían perder el conocimiento poco a poco hasta que caí, lo último que recuerdo fue a Hanbin llevándome a un lugar que desconocía.

...

Cuando Hao se durmió, lo cargué inmediatamente y lo llevé fuera del local, se veía muy gracioso así que me estaba riendo de él, llamé un taxi y nos fuimos hacia mi casa ya que quedaba más cerca.

Al entrar dejé mis cosas a un lado, él comenzó a murmurar palabras que no entendía, caminé lentamente hacia mi cama con las únicas fuerzas que me quedaban y lo acosté ahí.

Me cambié colocándome mi pijama y apagué todo para acostarme a su lado, lo cubrí con la manta para mantenerlo abrigado. Era la primera vez que dejaba que alguien se quede a dormir en mi cama y no por haber tenido sexo.

Se veía tan tierno todo sonrojado, era su primera borrachera, sólo era cuestión de tiempo para que se acostumbre al alcohol.

Lo abracé y cerré los ojos, olía tan bien, odiaba tanto su perfume a frutas pero me encantaba, en él era diferente, todo era diferente y no sabía porqué.

A pesar de todo, fue a una fiesta conmigo hasta terminar de esta forma, eso fue algo increíble de su parte.

—Perdón por haber pensado que eras aburrido, Hao —susurré —me retracto, eres muy divertido, hoy fue un lindo día gracias a ti—dije envolviendo mis brazos en todo su cuerpo

Sinceramente nunca pensé enamorarme tan rápido de alguien, me imaginaba mi futuro teniendo sexo con de desconocidos todo el tiempo, sin ataduras, sólo yo siendo libre. Pero ahora me encuentro yendo de detrás de él. Es inevitable. Lo que siento es mucho más fuerte que cualquier pensamiento.

...

Me desperté al siguiente día con la cabeza a explotar y con la garganta seca, supongo que fue demasiado alcohol y demasiado humo, pero lo más bonito de la mañana fue verlo echado a mi lado.

—Buenos días —le dije apenas abrió un ojo

—Buenos días —respondió con la voz ronca. No quería admitirlo pero me gustó mucho

—¿Qué me vas a cocinar?

—Te dije que no sé cocinar —rió

—¿Y como quieres estar conmigo si no sabes cocinar? —dije en broma

—Sí quieres puedo hacerte un sándwich, pero no me pidas más que eso

—Está bien —sonreí y asentí

El salió a la cocina y yo me quedé observando cada lado de su habitación, todo era de color negro y había posters de diferentes bandas de rock que no conocía, pero algo que me llamó la atención es que tenía las cosas mejor ordenadas que las mías, eso era un punto a su favor.

—Toma

—Gracias —recibí el sándwich y lo probé —sabe bien, te podrías convertir en un gran cocinero si quisieras

—Muy gracioso

—¡Es en serio! —reí —¿si no sabes cocinar qué es lo que comes?

—Sabes que existe la comida pre cocinada, ¿no?

—Sí, pero...

—Como eso y de vez en cuando ramen, también pido comida

—¿De dónde sacas dinero para gastar en comida?

—No te lo diré —se puso a buscar ropa en su armario para ponerse

—¿Vendes droga o algo así? —me giró a verme sorprendido

—¿Cómo sabes?

—¿Qué?

Hilo Rojo ~ HaobinDonde viven las historias. Descúbrelo ahora