Ep. 92 - Tormenta

75 20 2
                                    

Observé a Hanbin comenzar a caminar usando su pie de nuevo, traté de darle ánimos y motivación para que se siguiera, aunque aveces se quejaba del dolor. La enfermera le daba descansos pequeños cada cierto tiempo y continuaba con ejercicios que podía hacer tanto parado como sentado.

Después de los ejercicios, le compré un juego en recompensa y nos volvimos a casa, el doctor mencionó que también podemos hacer esas prácticas en casa, de esa manera mejorará más rápido.

-Ahora, no te podrás escapar de mí -sonrió leyendo la lista -veamos... aquí dice que tienes que ir a rehabilitación 3 veces por semana, mientras que en casa puedes practicar con tu familiar los ejercicios hechos en las clases, estos incluyen caminata, movimientos ligeros con algún objeto movible y masajes en la zona dispuesta a curar... no suena difícil

-Suena a que tendré que estar postrado en cama por dos semanas más -bufó

-Pero esta vez será para tu recuperación completa -recalqué

-No me gustaría quitarte tanto tiempo de tu vida, después de todo deberías dedicarle tiempo a tu novio y a tu nuevo libro

-No te preocupes, ya hablé con Yeon sobre esto, y sobre mi libro, pues... -suspiré -lo dejé... no me estaba gustando la trama y sentí que el desarrollo estaba muy mal hecho

-¿En serio?, ¿y cuánto avanzaste?

-Como 10 páginas -reí

-¡¿10 páginas?! -se quedó en silencio unos segundos y prosiguió -¿y aún así lo dejaste de hacer?... parece que avanzaste demasiado

-No creas eso, en realidad no sé qué era lo que quería con ese libro, mis lectores están esperando que saque uno nuevo, pero no se me ocurre nada, siento que estoy en la etapa de bloqueo

-¿Bloqueo?

-Es cuando te quedas en blanco, sin poder escribir nada, aunque tengas ideas no sabes como conectarlas y te das cuenta que lo que escribes no tiene sentido y ni siquiera sabes porqué lo haces, así me sentí yo... al volverlo a leer noté que repetía lo mismo, básicamente que la historia no avanzaba, y a mi no me gusta que los inicios sean lentos, a mi me gustan que sean llamativos, para atrapar al lector y después ponerles el contexto entero páginas después... ¿entiendes?

-Algo así... pero no creo que debas sentirte presionado, sólo debes dejarlo fluir

-Yo también siento que debo hacer eso, pero les prometí a mis lectores que el próximo año habría libro nuevo

-¿Les dijiste cuando exactamente?

-No... sólo que sería el otro año

-Aprovecha eso -chasqueó los dedos -podrías sacarlo en finales de diciembre como regalo de navidad, aún tienes tiempo de escribirlo, así que no te preocupes -añadió -y si agregas que los personajes quemaron el árbol de navidad va a ser divertido y bonito

Al escucharlo mencionar eso, sentí que habíamos retrocedidos 7 años atrás, al momento exacto en el que las luces se quemaron ocasionando que nuestro árbol de navidad se queme.

-Éramos uno niños... -sonreí sutilmente mirando hacia la nada recordando viejos tiempos-tan estúpidamente locos y enamorados -susurré

-Son buenos recuerdos... -suspiró -a veces... quisiera retroceder el tiempo y haber cambiado ciertas cosas para no terminar perdiéndonos... quizás aún hubiéramos seguido juntos el día de hoy

Levanté la mirada lentamente observando su rostro inexpresivo viendo hacia la nada como yo hace un momento. Sus palabras sonaron tan sinceras que me hicieron tragar en seco y latir el corazón como si fuera a estallar.

-Ya llegamos -le dije observando el edificio frente a nosotros -tienes que descansar -me adelanté un poco para evitar su mirada

A veces todo estaba normal, pero cuando mencionaba este tipo de cosas de la nada, parecía como si nunca me hubiera superado, cosa que me hacía dudar de mi mismo, de lo que pienso y siento con respecto a nuestro reencuentro.

Subimos hasta llegar a su departamento, estando ahí podré ayudé a acostarse en la cama. Observé su pie notando que ya no tenía el gran moretón hinchado.

-Voy a comenzar con los masajes, ¿sí? -tomé de una de las bolsas que había traído conmigo sacando una crema antiinflamatoria y echándome un poco en la mano

Me senté en la cama y apoyé su pie en mi rodilla comenzando a frotar en círculos la zona del dolor principal. Observé que él cerró los ojos y no los volvió a abrir mientras yo seguía masajeando. Después de unos 10 minutos como recomendó el doctor, tapé la crema y tomé mis cosas para irme.

-Quédate -escuché repentinamente

-Pensé que estabas dormido -solté una pequeña sonrisa por la sorpresa

-Solamente me relajé, se sintió muy bien en verdad, debiste haber sido masajista -dijo y yo sólo reí

-Ya es de noche, tengo que ir a casa

-Está lloviendo

-¿Lloviendo? -me asomé por la cortina observando como el agua se escurría por la ventana cerrada -mierda...

-Por eso te digo que te quedes, no puedes ir en medio de esta lluvia, no trajiste tu auto

-Tomaré un taxi

-No seas terco -gruñó -más bien agradece que te estoy dejando quedarte acá, si fuera una mala persona te dejaría a tu suerte

-Prefiero eso sinceramente -le saqué la lengua en modo de juego -además, si me quedo, ¿donde voy a dormir?, el sofá es muy incómodo para dormir

-En mi cama, Zhang Hao

-¿Ah? -me quedé en blanco dejando salir una risa sutil pensando que lo decía en broma -¿lo dices en serio, o?

-Somos amigos, ¿no?, no debe haber algún problema, ¿o nunca te has quedado a dormir en casa de tus dos amigos?

-S-sí, pero... es diferente

-¿Por qué?

-Tu sabes porqué...

-Ni siquiera me puedo mover, es tarde, puede ser peligroso y...

-¡No insistas! -detuve lo que decía -tomaré un taxi... -dije saliendo de su habitación tomando un gran suspiro

Casi le digo que sí...

Bajé lo más rápido que pude del edificio, pero justo me detuvieron antes de que pudiera salir de este.

-Lo siento, joven, pero no podemos dejar a nadie, es un tormenta y puede ser una situación de alto riesgo si cruza por esa puerta

-Ah... pero, yo no vivo aquí...

-Podría usar una de las habitaciones de huéspedes, pero no podrá salir hasta mañana por la mañana

Me quede estático al lado de aquel hombre, como si milagrosamente me fuera a decir que puedo salir. Cosa que no pasó en los siguientes 15 minutos.

No tuve más opción que rendirme y volver al departamento de Hanbin volviendo a abrir la puerta observando que mi laptop seguía en su sofá.

-¡Casi te olvido! -corrí sentándome en el sillón y abrazando esta. Un rato después de pensarlo tanto fui al cuarto de Hanbin -me voy a quedar...

Hilo Rojo ~ HaobinDonde viven las historias. Descúbrelo ahora