Ep. 31 - Lección

150 27 2
                                    

-Me voy a.... venir

-Apenas te toqué -gruñó

-Lo... lo siento... ah... -Hanbin me penetraba rápidamente una y otra vez, pero de un momento a otro se detuvo, dejándome al borde de llegar al final. Controlé mi respiración durante unos segundos y le di una mirada de confusión -¿pasa algo?

-Te voy a enseñar a correrte de manera correcta

-No entiendo...

-Verás, bebé... -analizaba sus ideas mientras recorría su mano por mi abdomen, yo estaba debajo de él esperando que continuara -tener sexo es divertido, pero no es divertido si te vienes tan rápido, al principio me gustaba verte venir tantas veces, pero ahora me gustaría que sintamos la misma satisfacción al venirnos al mismo tiempo o casi igual

-¿Cómo? -no entendía que era lo que quería hacer

Inmediatamente salió de mí y se sentó en la cabecera de la cama apoyándose con la ayuda de algunas almohadas. Me iba a sentar en su regazo pero me detuvo.

-Volteate

-¿Ah?

-No me mires a mi, siéntate dándome la espalda

Entendí lo que quería pero no sabía en qué ayudaría una posición diferente a la que usamos habitualmente.

Me di la vuelta apoyando mi espalda en su pecho. Él me acomodó mejor y me empezó a masturbar con su mano derecha mientras que con la otra sostenía una de mis piernas.

-Quieres que no me venga pero me estás tocando -dije con la respiración agitada -mgh...

-Ya verás...

No sé a qué se debía tanto misterio, lo único que tenía en cuenta era que mi vientre pedía más para poder eyacular. Sus manos eran tan mágicas, me hacían sentir en el cielo.

-Ah... ah... sigue... más... mgh... ngh...

-Avísame cuando sientas que te vas a venir

-Mgh... -movía mis caderas al ritmo de su mano la que se movía de arriba a abajo rápidamente -me vengo... mgh...

En ese momento, cuando sentí que estaba a punto de expulsarlo todo, se detuvo en seco haciendo que todo mi cuerpo tiemble.

-Ha... Hanbin... ¿qué haces?, sigue... -la sensación era dolorosa, querer venirme y no poder hacerlo porque él dejó de tocarme

-No -sonreía de forma maqueavelica -voy a jugar contigo un buen rato hasta que aprendas a no correrte

-¿Q-qué? -mis ojos brillaron del miedo

Los siguientes minutos, él seguía tocándome y cuando me iba a correr soltaba mi pene dejándolo latir, yo sudaba sin poder más, me quería venir pero él lo evitaba.

Pero no voy a mentir respecto a eso. Me encantaba esa sensación, me sentía tan dominado por él, me excitaba tanto. Por eso fue que que cada que sentía que él líquido quería salir de mí, le decía de inmediato para que me soltara.

Mi cuerpo temblaba y mi espalda se arqueaba. Mis manos sólo se dignaban a apretar las sábanas con fuerza. Pensé que iba a seguir aguantando más, pero él introdució su miembro dentro de mí volviéndome loco.

Me embestía suavemente y mi miembro saltaba al ritmo de sus estocadas, me sentía tan suyo. Me lamía la mejilla y mordía mi cuello.

-M-me me voy a venir... mgh... -se detuvo de nuevo y yo volví a temblar -ya no aguanto más... -cerré los ojos con fuerza y escuché una risita de encima de mí

No podía verle la cara completamente pero juraría que estaba burlándose de mí, como siempre. Volvió a arremeter contra mí pero esta vez mucho más rápido.

De ponto, el tomó mi pene entre sus manos empezando a masturbar, no pude controlar mis gritos al tener que enfocarme en dos cosas provocandome placer al mismo tiempo, así que sólo me dejé llevar.

Nunca había gritado tan fuerte teniendo sexo, cada que estaba a punto de eyacular, él me tapaba el agujero de salida mientras se seguía embistiendo.

-Ha.... Hanbin... -apoyé mi mano sobre su cabeza buscando su cuello para poder sostenerme -detente... por favor para... mgh...

-¿De verdad quieres que me detenga? -susurró

-Mgh... -en verdad no quería, pero al mismo tiempo sentía que me iba a derretir si me seguía sometiendo de esa forma

Sacó su mano de mi pene de nuevo, lo miré de reojo, nunca lo había visto tan duro. Quería más. Quería venirme, si tan sólo él me dejara...

-No aguanto más... Hanbin... -me volvió a colocar la mano volviéndome a masturbar y junto a eso, su otra mano se sumó a pellizarme el pezón -¡AAH!

Grité al sentir el tacto, definitivamente me iba a desmayar ahí mismo.

-¿Te gusta? -susurró con voz ronca

-Mgh... s-sí... mgh... ah... -respondí con lagrimas en los ojos

-Pensé que querías que me detenga -volvió a soltar mi miembro soltando una risa al oírme gritar

-Hanbin, no.... por favor... ya no aguanto más... -rogué -necesito que salga de mí -mi cuerpo sin querer actuó sólo y moví mis caderas rebotando sobre su miembro el cual apreté con mis paredes

-Qué sexy te ves así, sigue -recorría sus manos desde mi cuello hasta mi abdomen, el sonido de nuestras pieles chocando me hacía perder la razón, en ese momento no sabía ni lo que decía

-Hanbin... tócame... por favor... quiero... venirme contigo... mgh...

-Si te mueves más rápido quizás lo piense

Inmediatamente moví mis caderas a más velocidad deseando que él le tocara de nuevo, en vez gemir, gritaba y él me tapó la boca al instante.

-Baja la voz, bebé, van a pensar que te estoy matando -quitó su mano y me traté de controlar, pero no podía

-Eso es exactamente lo que estás haciendo al no dejarme venir... ah...

-¿Quieres venirte? -sonrió de lado -entonces masturbate

-¿Ah? -regulé mi respiración junto a mis movimientos

-Tócate tu sólo, es parte de la clase de hoy

Me quedé en blanco unos segundos, pero lo hice de inmediato porque estaba desesperado. Me empecé a masturbar rápidamente, ahora que tenía mi pene en la mano ya nada me iba a impedir venirme.

Hubiera sido más fácil si no me cansara tan rápido.

Estaba a punto de venirme pero me dolía el brazo de tanto hacer fuerza. Así que le volví a pedir ayuda a Hanbin, y esta vez accedió ya que él también sentía que se iba a venir. Por fin.

No entendía como era posible que aguante tanto.

-Más... más, mgh... ah... Hanbin... me encanta... más... ahí... s-sí... AH... AH..
MÁS... MÁS...

Mía músculos se relajaron y todo mi cuerpo empezó a temblar, mi pelvis se movía al ritmo de las estocadas de Hanbin y noté como él empiezo a gemir también.

Esta vez no se detuvo, y por fin pude venirme como tanto deseaba hace más de una hora. El líquido blanco salió disparado a montones mientras sentía que el de Hanbin invadía mi interior.

Los espasmos se apoderaron de mí al igual que mis gemidos. Una ola de calor recorrió mi cuerpo como nunca antes había experimentado y me dejé caer en sus brazos antes de sentir que mis ojos se me cerraban.

-Te amo... -dije hundiéndome en su pecho antes de quedarme dormido

Hilo Rojo ~ HaobinDonde viven las historias. Descúbrelo ahora