Hilo Rojo ~ Haobin

Ep. 108 - Comunicación

—Hao, espera, espera, deja de caminar —corrí detrás de él

—Deja de seguirme, Hanbin —se detuvo —ya no me sigas, sigue besándote con ese, seguro por eso sales a escondidas de mí, para que te veas con él

—No es verdad

—¡Sí lo es!

—¡No! —grité —¡estaba molesto porque no me gustó como me hablaste!

—¿En serio?, ¿ahora te inventas cosas para hacerme sentir mal a mí?

—¿De qué mierda hablas? —fruncí el ceño, parecía decir un montón de tonterías —además no sé porqué te enojas si tu mismo me repites a cada rato que no somos novios, ¿o es que al verme besarme con otro cambias de opinión?

—¡Hanbin!, yo te dije que no nos íbamos a besar con nadie más, ¡te lo dije!, lo demás no tiene nada que ver

—¿No?

—¡Tu lo único que quieres es volver conmigo!, y yo no quiero porqué volverá a ser lo mismo, así como ahora... actuaremos como idiotas impulsivos y yo no quiero eso...

Su voz se agudizó, como si fuera a llorar, y antes de hacerlo se dio media vuelta para seguir caminando.

—¿Todo bien, Bin? —Jaehyun se acercó a mi lado y yo lo miré con ojos fulminantes

—No te vuelvas a acercar a mí, hijo de puta, ni a mí ni a él, soy capaz de denunciarte por acoso

—¿Yo te acoso? —preguntó indignado, pero lo evité

Corrí hasta llegar a Hao, quien seguía avanzando a paso rápido para alejarse de mí. Y justo cuando estaba por cruzar una pista, lo sostuve del brazo antes de que fuera atropellado por una auto que venía a toda velocidad.

—¿Te volviste loco?, ¡pudiste haber muerto!

—¡Hubiera sido mejor! —gritó —todos son iguales, ¡todos!, ¡te das la vuelta y ya se están besando con otros!

—Hao, espera... hablemos en casa, por favor, no quiero pelear contigo

—¡Jamás debí mudarme contigo!, ¡fue un maldito error!, ¡a partir de ahora me llevaré todas mis cosas de vuelta a casa!

—¿Qué? —detuvo un taxi y se subió, cerrando la puerta antes de que yo pueda detenerlo —¡Hao!, ¡Hao!, espera...

...

Si se daban cuenta que estaba borracho mientras conducía me habrían llevado preso, pero sólo estas cosas tam tontas podía hacer por él. Llegué a mi departamento viendo como él estaba escribiendo en su laptop a toda velocidad y con cierta furia en sus ojos.

—¿Qué estás haciendo?

—Descargando mi enojo —respondió con molestia sin siquiera mirarme —poniendo que fue un error vivir aquí porque no te soporto, incluso cuando no somos nada no puedo tolerarte

—Entonces múdate, carajo, ¿por qué sigues aquí?

—¿Entonces me estás botando?

—Tu estas diciendo que te quieres ir

—Entonces ni siquiera te importa si me voy, te es fácil deshacerte de mí

—No me quiero deshacer de ti, Hao, si hubiera querido eso no habría dejado que vivas conmigo, ¿qué te pasa?

—¿A mí?, ¿me preguntas a mí que me pasa?, ¿por qué no te lo preguntas a ti? —siguió escribiendo, parecía una competencia