Adriana
—Bebita...
Me remuevo molesta, no quiero levantarme.
—Bebita, es hora de despertar, hoy es tu primer día en la escuela de cocina.
Abro los ojos de golpe, giro la cabeza hacia Bastian y chillo emocionada. Me acuesto sobre su pecho, sus brazos rodean mi cintura, mientras que una mano la tiene en mi culo desnudo.
—Mi primer día, amorzinho.
—José estará contigo en todo momento, si crees que estás en peligro corre hacia él.
—Todo va a ir bien, te lo prometo, te enviaré un mensaje cada vez que pueda.
—Gracias.
—Sé que estás esforzándote mucho por dejarme ir a la escuela, Bastian. Te amo más por eso.
Noto sus dedos frotar mi hendidura.
—Necesitas más semen, bebita.
Me pone a horcajadas sobre él.
—Bastian, no quiero llegar tarde.
Ignorando mis palabras, me desliza por su longitud. Empiezo a mover mis caderas apoyándome en mis rodillas y con mis manos en su pecho, Bastian me ayuda con sus manos en mis caderas. Sus gemidos me aceleran, tienen el mismo efecto en mí que los míos en él.
—Sigue así, meu amor— gime.
Echo la cabeza hacia atrás, cierro los ojos, mi boca levemente abierta, dejando salir mis gemidos, puro éxtasis, placer descocado, lo siento en mi interior, tan profundo. Su calor me llena por dentro, gimo fuerte, se ha corrido, pero sigue duro. Lo miro a los ojos, perdida en mi propio placer, Bastian mete dos de sus dedos en mi boca, los lamo y succiono como a él le gusta. Aprieto los ojos con fuerza, no aguanto más y él tampoco, puedo sentirlo engrosarse en mi interior, siento su pulso.
—Bebita— gruñe.
Abro los ojos cuando mi orgasmo explota, sus dedos caen de mi boca a mi pezón. Bastian se sienta en la cama, pone su mano en mi mejilla.
—Me has hecho correrme dos veces seguidas, bebita— dice con una sonrisa.
Le devuelvo la sonrisa, estoy muy relajada en este momento. Nunca me había corrido tan fuerte, mis orgasmos son fuertes, pero este lo ha sido mucho más. Bastian me levanta en sus brazos, sigue duro en mi interior, ni siquiera sé cómo es posible.
—Bebita, pareces drogada— se burla.
—Lo estoy, me siento muy bien.
No sé qué me ha pasado, es la primera vez que me pongo encima y ha sido nuestro mejor sexo. Espero que también lo haya sido para él, bueno, se ha corrido dos veces seguidas, supongo que también ha sido muy bueno para él.
Lo dejo que me meta en la ducha y me lave el pelo y el cuerpo. Besa cada zona de mi cuerpo que enjabona y luego la aclara.
—Me ha gustado mucho que te pusieras encima— susurra en mi oído— Puedo ver que a ti también.
Asiento con la cabeza.
—¿Por qué me siento así de bien?
—Creo que has estado frotando tu punto G.
—Oh, entiendo. Pues ha sido genial, me ha gustado mucho.
—Cuando Jeren se eche la siesta ya estarás aquí. ¿Quieres montar la polla de tu hombre otra vez?
—Sí— digo con una sonrisa.
Bastian frota mi clítoris con sus dedos.
—Tengo que limpiar bien este coño.
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EL SANTO #3 [Disponible en físico]
Romance©️Historia registrada en el Registro de la Propiedad Intelectual de España. Cualquier tipo de plagio será denunciado ante la ley. El registro protege la historia de forma internacional. ------------------------------- Todos los derechos reservados...