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Descubriendo un poco más del pasado.

Se supone que es un día tranquilo en la galería. Su exposición principal terminó y están en las primeras etapas de la planificación de una nueva. El director salió paga reunirse con otro director de la galería y negociar un intercambio, dejando a kyungsoo a cargo por el resto de la tarde.

Debió haber sido un papeleo sin sentido, minucioso y mundano, lo que le permitió vagar por su mente. No esperaba tener a un interno corriendo a su oficina, sin aliento y frenético a los quince minutos antes del cierre.

—Capitán de equipo— el interno medio susurra, medio grita, se aferra a la puerta de su oficina.

Levanta la vista y levanta una ceja hacia él, frunciendo los labios en cuestión.

—Yoo Rachel está aquí—

La boca de kyungsoo se abre, la mandíbula floja—¿Yoo Rachel? Pero el director...—

—No está aquí, lo sé—

Kyungsoo entiende porque el interno está frenético ahora. Yoo Rachel, heredera de RS International, casada con el heredero de la familia Choi, y muy influyente en el mundo de los chaebol, no es un cliente habitual. Ella debería estar frecuentando galerías más grandes y establecidas.

Él se para, cerrando lentamente su computadora portátil—El director no está aquí— dice tontamente.

—Le dije, pero... — El interno se detiene, con ojos muy abiertos y rogando por el rescate.

Kyungsoo asiente, enderezando su chaqueta y reuniendo toda la confianza que su cuerpo posee para enfrentarla. Yoo Rachel es conocida por ser poderosa, fría, y sobre todo mezquina. —Me haré cargo de ello—

Él interno deja caer todo su peso sobre la puerta atascada—Eres el mejor líder de equipo—

Kyungsoo le da una sonrisa y se dirige a la sala de espera. Él se recuerda a si mismo que si puede manejar a la abuela de jongin, puede manejar a cualquiera en el mundo chaebol. Él endereza su espalda y pega una sonrisa en sus labios, abriendo la puerta de la sala de espera.

Yoo Rachel está sentada en el lujoso sofá blanco, con las piernas cruzadas y frunciendo el ceño hacia sus uñas. Levanta la mirada cuando lo oye entrar, los ojos parpadeando sobre él en un juicio rápido.

Él se inclina a modo de saludo—Sra. Yoo—. Él extiende su mano para saludarla —Estoy... —

—Kim Kyungsoo, lo sé, estuve en tu boda—

Kyungsoo se inclina de nuevo—Ah, sí. Gracias por asistir—

Rachel se encoge de hombros—No es realmente una elección—

Su sonrisa se crispa, pero se las arregla para mantener una actitud fría. —Me disculpo, pero el director está ausente en este momento—

—Estoy buscando una pintura para una nueva habitación qué estoy decorando— dice—Algo suave, con pasteles probablemente. ¿Puedes ayudar?

Kyungsoo frunce el ceño. Sus clientes de más alto nivel insistieron tratar con la máxima autoridad en la galería. Casi se le ve como un insulto para que él los atienda personalmente. Pero Yoo Rachel está parada y esperando con impaciencia por él, por lo que suaviza sus rasgos y le ofrece su brazo para darle una vuelta por la galería.

Rachel selecciona una pintura abstracta con trazos de suaves amarillos, rosas y púrpuras, y su rostro se suaviza al mirarla. Ella alisa su mano sobre sus caderas en su estómago y sonríe—Esto funcionará muy bien—Sus labios se rompen en una sonrisa y se vuelve para mirar hacia kyungsoo otra vez—No eres tan malo en tu trabajo—

UN MUNDO DORADO | KAISOO |Donde viven las historias. Descúbrelo ahora