Do Kyungsoo tiene exactamente 4 semanas para detener el compromiso inminente de su hermano menor. La única manera de detenerlo es hacer una mejor combinación, más ventajosa, más lucrativa para la familia Do. Es imposible, pero es la única opción.
K...
Kyungsoo está aburrido. Él no lo dice del todo, pero jongin puede decirlo. La forma en que su pierna se agita bajo su libro, la forma en que revisa su teléfono cada dos minutos, la forma en que suspira, se estira y se acomoda en el sofá cada dos minutos. Él tiene fiebre de cabaña.
Jongin cierra su computadora portátil y la coloca sobre la mesa de centro. Se levanta de la silla y pasa junto a kyungsoo. Kyungsoo levanta la vista de su libro brevemente, observando a jongin mientras sale de la sala de lectura, pero no dice nada.
Jongin se dirige a su armario, cambiándose en un par de jeans anodinos y una sudadera con capucha genérica. Se pone una gorra negra, se pone el cabello debajo y agarra una máscara negra antes de regresar a kyungsoo.
——Hyung— grita.
Kyungsoo levanta la vista, con las cejas levantadas en cuestión—¿Hmm?
——¿Quieres salir?
Kyungsoo parpadea hacia él. Está tentado, jongin puede verlo en sus ojos. Kyungsoo quiere decir que sí, pero hay una vacilación en sus dedos cuando toca la tapa de su libro. Finalmente, kyungsoo sonríe resignado y niega—Todavía hay muchos reporteros afuera, jongin—Suspira y regresa su atención en su libro—Esperemos unos días más y volveremos a la normalidad—dice, como si tratara de convencerse a sí mismo.
Los labios de jongin se retuercen y toca su pie. Él no necesariamente quiere salir. Le gusta quedarse en casa, donde hace calor y tiene acceso a baño, café y su cama. Es el lugar ideal si es completamente honesto. Podría quedarse en casa sin pensar en salir por semanas. Pero kyungsoo no es como él. A kyungsoo le gusta respirar aire fresco y ver gente y hacer cosas. A kyungsoo le gusta moverse, fluir y vivir.
Jongin no quiere salir, pero sabe que kyungsoo si quiere, y por eso lo está haciendo por él. Jongin tiene un pensamiento fugaz, preguntándose por qué parece que siempre está haciendo las cosas por el bien de kyungsoo. Se pregunta cuándo comenzó y cuándo terminará. Se pregunta hasta dónde llegará. Él borra el pensamiento antes de que pueda empezar a comenzar a aterrorizarlo, antes de que aparezcan recuerdos de líneas que juró que no cruzaría, antes de excavar en su pasado doloroso y amargo que mantiene encerrado, apretado y seguro.
En cambio, se acerca a kyungsoo y le da una palmada en el hombro—Vamos. Podemos disfrazarnos—Él levanta su máscara—¿Ves? Nadie sabrá que somos nosotros—
Kyungsoo lo mira, considerando.
——Es una linda tarde—
Una sonrisa crece en los labios de kyungsoo y él se pone de pie.—Me cambiaré—
Jongin sonríe y se apoya en el brazo del sofá, satisfecho y más feliz de lo que probablemente debería de ser. Oye que kyungsoo baja de nuevo unos minutos más tarde. Él camina hacia las escaleras y se detiene cuando ve a kyungsoo, con la calidez floreciendo en su pecho. Kyungsoo lleva una sudadera con capucha gris claro de gran tamaño, una máscara negra y un par de gafas grandes y redondas qué cubren la mayoría de sus rasgos faciales. Él es lindo piensa, sus dedos hormiguean por estirarse y meter a kyungsoo a su costado.
Kyungsoo se lleva una mano al cabello y pasa los dedos por los mechones—No tengo una gorra, pero mi cabello no es realmente algo fuera de lo normal—
Jongin se aclara la garganta y se sube a las escaleras para alcanzar la altura de kyungsoo. Se quita la gorra de la cabeza y se la pone, colocándola suavemente sobre kyungsoo. Evita mirar a kyungsoo a los ojos y espera que el rápido y nervioso latido de su corazón sea solo audible para sus propios oídos mientras aparta el cabello de kyungsoo de su rostro. Él acomoda los hilos errantes en el gorra, los dedos deslizándose a través de los mechones sedosos, el pulgar recorriendo el caparazón de la oreja de kyungsoo.
Cuando finalmente termina, deja que su mano vuelva a deslizarse hacia abajo y se baja de las escaleras, aclarando su garganta—Podemos comprar una ahora que salgamos—
Se da la vuelta para caminar hacia la puerta y siente a kyungsoo acercarse junto a él. La mano de kyungsoo alcanza la de él, sus dedos se entrelazan casi de forma natural. Kyungsoo aprieta la mano de jongin y lo jala más de cerca hasta que sus hombros están al ras—Quiero una gorra rosa—dice con indiferencia, como si el corazón de jongin no amanezara con estallar en su pecho.
Es una tontería, que jongin se vea tan afectado por algo tan pequeño. Lógicamente, él sabe esto, pero no hace nada para calmar la velocidad de su corazón y el revoloteo en su estómago. No hace nada para apaciguar la amplia sonrisa escondida debajo de su máscara. La lógica no hace nada para explicar porque está tratando de aferrarse a algo que siempre pensó que no quería.
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Kyungsoo se despierta bruscamente, su frente húmeda de sudor y su corazón acelerado. Él inhala en un breve suspiro, lo siente rechinar en su garganta. Se lleva una mano a la cara y se frota, manteniendo los ojos cerrados por un momento mientras intenta bajar el pánico.
Tres de la mañana otra vez, ni siquiera necesita mirar el reloj. Intenta contar en su cabeza como si fuera un hábito, pero el latido de su corazón es demasiado rápido y su pecho parece colapsar alrededor de sus pulmones. Él mira a jongin, asegurándose de que el otro todavía esté dormido y sin ser molestado, antes de que él silenciosamente se baje de la cama.
Camina con cuidado fuera de la habitación hacia la cocina, se centra en la tarea de hacer té. Ayuda, por un momento, hasta que su mente se libera de hacer eso.
Sus dedos agarran el borde del mostrador y él baja su cabeza, tratando de controlar su respiración. Es malo esta noche, se da cuenta. Él no sabe que lo provocó. Él piensa vagamente que se ha puesto demasiado cómodo, bajó la guardia demasiado. Él ha sido muy feliz, se regaña a sí mismo. Se dejó relajar demasiado, con la mano de jongin en la suya mientras paseaban por Seúl disfrazados, el brazo de jongin alrededor de su cintura mientras se quedaba dormido, la sonrisa de jongin y la voz resonante de jongin y jongin, jongin, jongin.
Su mente vibra con la voz de su madre. KYUNGSOO, DESPIERTA.
Hace un ruido angustiado y se tira al suelo, presionando su frente en el armario y apretando los ojos. Quiere alejar los recuerdos, pero están arañando a los débiles guardias que ha construido a su alrededor.
KYUNGGIE, DESPIERTA.
El hervidor se apaga, pero kyungsoo no lo escucha, él ya está perdido.
KYUNGGIE, DESPIERTA.
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