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Una confesión. ❈≫

Junmyeon hace un ruido bajo, silbante, las manos alisando los hombros del esmoquin de kyungsoo. —Me superé a mí mismo— dice, sonriendo.

Kyungsoo sonríe y se da vuelta levemente para mirar su perfil en el espejo, los dedos juguetean con el botón de su chaqueta del esmoquin—Realmente lo hiciste. Como se esperaba de suho.

Junmyeon se ríe. —Hyung, te dije que me llamarán junmyeon.

Kyungsoo inclina la cabeza y gira nuevamente para ver el frente de su esmoquin nuevamente—Me gusta suho. Te abarca como tú persona y como diseñador—Él tira de las solapas. —No puedo creer que hayas hecho un esmoquin completo en tan poco tiempo—.

Junmyeon alisa la tela en la cintura de kyungsoo una última vez antes de dar un paso atrás, tarareando—Para ser honesto contigo, la abuela de jongin-hyung se encargó de su esmoquin hace dos años. Acabo de ajustar el diseño para tu estatura—.

La mano de kyungsoo se cae de su chaqueta y parpadea ante su reflejo—¿jongin y yo coincidiremos?

Junmyeon asiente con la cabeza, dando un paso alrededor de kyungsoo y mirando sus pantalones—Colores opuestos. Jongin-hyung es negro con acentos blancos para complementar tu blanco con negro—Él sonríe. —Algo parecido, ¿no?

Kyungsoo resopla. —¿Qué? ¿Qué somos polos opuestos?

Junmyeon hace una pausa y mira a kyungsoo, un pequeño ceño fruncido aparece en sus labios—No, si no que se complementan

Kyungsoo frunce el ceño. —Oh— dice, preguntándose qué ve junmyeon. En lo que respecta a kyungsoo, jongin no puede ser más diferente que él. Obstinado, rudo, gruñón, difícil, una falta de humor grave y preocupante. No está seguro de qué parte de eso se supone que lo complementa.

—Hyung, es este matrimonio... — junmyeon frunce el ceño, reuniendo sus pensamientos. —¿Debería preocuparme por este matrimonio? Tengo que admitir que me sorprendió escucharlo. Baekhyun y yo pensamos que ustedes podrían empezar a salir, pero casarse tan rápido, difícilmente se conocen—.

Kyungsoo da una sonrisa tranquilizadora en los labios y sacude la cabeza. —No necesitas preocuparte. Somos buenos. Sé en lo que me estoy metiendo—.

Jongin frunce el ceño. —Hyung, el matrimonio no debería ser "entrar" en nada. Ustedes son prácticamente extraños—.

Kyungsoo levanta sus cejas. —¿Hay algo preocupante sobre jongin qué no sé? ¿Es un tipo malo?

—¡No! No, es una muy buena persona. Lo conozco desde hace años, pero es uno de los mejores amigos que he tenido—.

Kyungsoo asiente. —¿Hay algo sobre mi qué te preocupe?

—No es eso—. Junmyeon suspira y se rasca la nuca. —No estás enamorado de jongin-hyung. Y él no está enamorado de ti ¿verdad?

Kyungsoo asiente en afirmación —Por lo que puedo decir, no, él no—.

—Bueno, ¿no se supone que el matrimonio está construido sobre una base firme de amor?

Kyungsoo vuelve a mirar su reflejo, observando las solapas negras qué contrastan con el blanco puro de su chaqueta. Alza una mano para ajustar su esmoquin, alisando con una mano sobre su corazón en el proceso—A veces hay cosas más importantes que el amor.

Junmyeon frunce el ceño. —¿Cómo qué?

Kyungsoo sonríe tristemente. —Paz. Confianza. Seguridad—. Él desabotona la chaqueta y se la quita, dándose la vuelta para devolvérsela a junmyeon. Jongin no es el amor de su vida, pero él es el ancla qué kyungsoo necesitaba cuando los vientos golpeaban, el refugio de una tormenta qué kyungsoo no podía enfrentar solo. Jongin es un milagro y kyungsoo no espera nada más de él qué una firma en la licencia de matrimonio y un año de sonrisas para el público.

UN MUNDO DORADO | KAISOO |Donde viven las historias. Descúbrelo ahora