UN MUNDO DORADO | KAISOO |

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¿Luna de miel?

Jongin mira su teléfono, sus dedos se enroscan alrededor de esté, el pulgar baja su pantalla para actualizarlo una y otra vez y otra vez. Él está aburrido. No es como si estuviera esperando que kyungsoo respondiera su mensaje de texto. Él solo está aburrido.

Incluso cuando tiene un escritorio lleno de trabajo por hacer. Su asistente lo mira fijamente y se aclara la garganta, el sonido está plagado con indignación y auto justificación. Jongin levanta la vista de su teléfono para mirar a su asistente.

— ¿Qué? — él escupe, con el pulgar todavía jugando con su pantalla de nuevo. Desliza los ojos brevemente hacia su teléfono y vuelve a dirigir su atención hacia su asistente, seguro de que no lo hayan atrapado.

Pero su asistente es lo suficientemente inteligente como para poner los ojos en blanco— Si quiere, puedo volver después de que haya terminado su juego —

— No estoy jugando — dice jongin. Ni siquiera está esperando un mensaje de texto o algo así, solo está aburrido, eso es todo. Él bloquea su teléfono y lo coloca boca abajo en su escritorio, levantando sus manos frente a él— ¿Ves? Ni siquiera toco mi teléfono —

Su asistente hace una mueca, claramente no está convencido, pero aparentemente decide dejarlo ir. Mira su tableta en sus manos y dice:
— como le estaba diciendo, hice arreglos de viaje para la próxima semana a Macao. Tiene un horario completo durante todo el día, pero hay un poco de tiempo libre por la noche. Anfitriones que no necesitan entretenerlo según usted lo desee. Su habitación está en el Venetian. ¿Me he pedido algo? —

Jongin frunce el ceño y niega— No. Todo suena bien — él voltea a su teléfono con la cara hacia arriba sobre su escritorio, esperando que se encienda la pequeña luz de notificación. No es así tal vez parpadeo al mismo tiempo que la luz brillo. Presiona el botón de inicio, la pantalla se ilumina. Su ceño fruncido se profundiza cuando no ve nuevos mensajes.

— Siéntase libre de volver a sus juegos — dice su asistente.

— ¡No estoy jugando! — jongin dice, pero su asistente ya se ha ido. Él resopla y gira su silla, agarrando su teléfono del escritorio y comprobando la potencia de la señal. Se molesta y arroja su teléfono de vuelta al escritorio, la frustración y algo mucho más serio corriendo por sus venas.

Él está preocupado. Algo está mal con kyungsoo, algo significativo, pero tal sutil que jongin ni siquiera puede apreciar cuando comenzó o que lo causó. Kyungsoo se ha retirado, poco a poco, como si estuviera tratando de quitarse partes de sí mismo en cantidades tan imperceptibles que jongin ni siquiera se daría cuenta. Tal vez no lo habría hecho, si no estuviera tan sintonizado con kyungsoo, si tan solo no estuviera tan concentrado en kyungsoo que incluso pudiera detectar el cambio en sus patrones de respiración.

Se da cuenta por primera vez desde que se encontraron que cada pequeño vistazo a los pensamientos, sentimientos y personalidad de kyungsoo solo se le permitía a jongin porque kyungsoo lo permitía. Está empezando a darse cuenta después de semanas que kyungsoo está desfilando con una máscara de Estoy bien y nada está mal jongin, qué kyungsoo es más hábil en la actuación que los actores que ve en las pantallas de cine. Es frustrante, pero más que frustración, jongin tiene miedo. Sus dedos pican, su corazón comienza a latir demasiado rápido, como cuando empieza a pesar demasiado. Al final de su contrato se separarán, no es una sorpresa.

La gente se va. El sonido familiar susurra en su mente, un hormigueo en sus oídos, un patrón tan arraigado en su cuerpo que lo exhala con la respiración atrapada en sus pulmones. La gente se va, protégete antes que ellos.