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Es una mentira

Jongin oye un silbido de apreciación seguido de la voz retumbante de su padre que dice. — Me encanta lo que has hecho con el lugar —

Jongin arruga la nariz y mira hacia arriba desde su posición en la mesa de café, con la espalda apoyada contra el sofá y las piernas estiradas hasta donde llegan bajo la mesa. Aún tiene su barra de pegamento en su mano derecha, tres dedos de su mano izquierda sujetando una foto. Abre la boca paga informar a su padre que no está redecorando y que cualquier persona con la más mínima inteligencia podría ver eso, hasta que recuerda, correcto, está ignorando a su padre. Él cierra los labios y le envía a su padre la mirada más mordaz que puede lograr en su rostro de diez años.

Su padre está imperturbable, entrando tranquilamente a la habitación, con las manos en su pantalón negro de vestir, ladeando la cabeza en la colección de fotos de jongin que está esparcido sobre la mesa de café y en el piso a su lado. — Muy innovadoras. Fotos en piso. Las paredes están tan desactualizadas — él sonríe descaradamente a jongin— Obtienes esa innovación de mí —

Jongin frunce el ceño— No estoy hablando contigo — dice, cortante, asegurándose de pronunciar las palabras con cuidado y correctamente.

El padre de jongin asiente con compresión. — Creo que acabas de hacerlo.

Jongin endereza su espalda en defensa— Eso fue solo para hacerte saber que te estoy ignorando 

Su padre tararea, da un paso alrededor de la mesa de café y se deja caer en el sofá, teniendo cuidado de evitar las fotos en el piso— Pero acabas de hacerlo otra vez

Jongin chisporrotea y sabe que está perdiendo contra su padre otra vez. Trata de encontrar un buen regreso, algo que realmente le muestre a su padre que está cansado de las burlas y que tiene edad para que se detenga ahora. — No voy a hablar contigo nunca más — dice jongin, lo único que pasa por su mente.

— Tres veces — Su padre sacude la cabeza con tristeza— Esto nunca va a funcionar —

Jongin hace una mueca y regresa a su proyecto con un bufido, mordiéndose los labios para no responder. Él va a ignorar a su padre. Totalmente va a ignorarlo y luego su padre lo lamentará y jongin será el ganador.

— ¿Qué estás haciendo? — su padre le pregunta, inclinándose hacia adelante para hojear las pilas de fotos.

Jongin no responde, centrándose en forrar la parte posterior de una foto con pegamento. Una vez que está satisfecho con la cobertura, la levanta cuidadosamente con la punta de sus dedos, el material pegajoso sobre su piel y lo voltea.

— Oh, esto fue cuando lloraste por la rana que puse sobre tu hombro —
continúa su padre, riéndose de una foto.

Jongin frunce el ceño y le lanza a su padre una breve mirada antes de regresar a su cartulina, cuidadosamente, colocando la foto adhesiva en su lugar. Él lo aplana con la palma de la mano, incluso mientras su padre sigue y sigue con su tontería inútil.

— Oye, oye, jongin — dice golpeando con un dedo la cabeza de jongin, ligero pero molesto— ¿Qué estás haciendo?

— Estoy haciendo mi tarea — responde jongin, riéndose como siempre con su padre. — Tengo que hacer un árbol genealógico en inglés —

— Oh — dice su padre, alargando la palabra. Se desliza del sofá hacia el piso junto a jongin, sonriéndole— ¿Recibo un buen nombre en inglés?

Jongin se burla y mira a través de las fotos para ver una buena imagen de su pequeño primo jongdae de suncheon.

— Como Matthew o Edwards — sugiere su padre. — Vamos. Dame un buen nombre en inglés —

UN MUNDO DORADO | KAISOO |Donde viven las historias. Descúbrelo ahora