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Poniendo al día al corazón

Kyungsoo tarda una semana en ver a jongin nuevamente. Kyungsoo había pedido tiempo, volver a acomodarse, pensar en lo que quería hacer, dejar que sus emociones se pusieran al día con lo que sucedía. Jongin estuvo de acuerdo fácilmente. Está dispuesto a hacer lo que kyungsoo le pida. No lo detiene el golpe de preocupación que late con su corazón. Tal vez kyungsoo cambie de opinión. Tal vez kyungsoo se dará cuenta de que está mejor sin él. Tal vez lo haya perdido después de todo.

En lugar de detenerse en sus ansiedades, jongin decide hacer algo que debió haber hecho hace muchos años. Jongin hace una cita con un consejero especializado en dolor y pérdida. Él sabe que no es una "solución" y el progreso no puede ser inmediato, pero las palabras de kyungsoo siguen dando vueltas en su mente. ¿Qué pasa si decides dentro de un año que tienes que alejarme de nuevo? No puedes volver hacerme esto. Kyungsoo no sabe si jongin volveré a recaer de nuevo. Incluso jongin no sabe la respuesta a eso.

Él ya no quiere vivir así. Él quiere saber que no autodestruirá cuando la vida lo ponga patas arriba. Él quiere crecer y sanar. Él piensa que la ayuda profesional es un buen primer paso en ese viaje.

Kyungsoo envía mensajes a jongin a lo largo de la semana, breves ráfagas de textos que jongin se encuentra leyendo una y otra vez, una sonrisa involuntaria en sus labios, calor irradiando de la pantalla de su teléfono en su pecho. Echa de menos a kyungsoo, quiere verlo de nuevo. Echa de menos la presencia de kyungsoo, pero las palabras son suficientes por ahora. Será suficiente hasta que kyungsoo esté listo para volver a verlo.

Finalmente, después de siete largos días, kyungsoo envía un mensaje a jongin, pidiendo encontrarse en Hangang Park, donde solían ir a dar un paseo después de la cena.

"¿Puedo ir a recogerte?" jongin responde de inmediato. Él no quiere esperar más, no quiere perderse los veinte minutos que le llevará a kyungsoo conducir.

"Hmm, preferiría que estuvieras vivo para nuestra cita y minseok todavía quiere matarte". Kyungsoo responde rápidamente.

Jongin quiere pensar que se burló al menos momentáneamente, pero los músculos en su rostro le dicen que está sonriendo y que está peligrosamente cerca de ser cariñoso.

Está oscuro y está demasiado frío cuando jongin llega al lugar de reunión designado. Él está envuelto en una chaqueta de cuero negro que está empezando a entender que lo lleva más por moda que por calidez. Incluso el grueso de su jersey de cuello alto negro que tiene debajo no ayuda a bloquear las ráfagas de viento. De alguna manera, a él no le importa el frío cuando ve a kyungsoo esperando en un banco, vestido con un abrigo rosa, una sudadera con capucha rosa, tenis rosa y la gorra rosa que jongin le compró.

Él sonríe debajo de su máscara y se acerca a kyungsoo. — Hola —

Kyungsoo lo mira, las comisuras de sus ojos se arrugan mientras él le devuelve la sonrisa, escondido detrás de su propia máscara negra— Hola.

— ¿Esperaste mucho? — jongin pregunta mientras kyungsoo se para, enderezándose en toda su altura.

kyungsoo sacude la cabeza y hace un ruido disitante. — No mucho —Se acerca a jongin y gesticula por el camino. — ¿Deberíamos caminar?

Jongin tararea de acuerdo, cruzando sus brazos sobre su pecho para evitar otra ráfaga de viento helado.

— ¿Tienes frío? — kyungsoo pregunta de repente, un toque de preocupación en su tono.

Jongin niega y fuerza sus brazos para ponerlos abajo de sus costados— Estoy bien —

Kyungsoo resopla una risa divertida. Él saca su mano de su bolsillo y envuelve sus dedos alrededor de la muñeca de jongin. Jala la mano de jongin hasta que ambas manos quedan atrapadas en el calor de los bolsillos de lana de gran tamaño de kyungsoo. — ¿Mejor? — pregunta, provocativamente, empujando el hombro de jongin mientras camina.

UN MUNDO DORADO | KAISOO |Donde viven las historias. Descúbrelo ahora