By Tom.
Esta chica era tan parecida a Emma, incluso más original, mas introvertida, pero tenía una gran diferencia a las demás, era una chica bastante difícil, todas las demás son unas putas, aceptan su destino con total facilidad en minutos y ella no, ella es diferente, tan diferente que me resulta bastante interesante...
(...)
- Bill ven aquí, es importante. - dije en un tono demandante.
- ¿Que pasa tom? -
- Ve con la chica y dale algo de comer, no te exedas, dale sólo una pequeña porción, quiero que sufra de hambre, y venga rogando por comida. -
- En seguida Tom... -
By Bill.
Abrí la puerta de aquella vieja habitación, con olor a humedad, lo cual era de esperarse gracias a que la humedad abundaban en el lugar. Me introduje más a la habitación con el plato de comida casi vacío y un vaso con una cantidad mínima de jugo de naranja.
- Te traje algo de comer... - dije tratando de sonar lo más rudo posible.
- No quiero, gracias... -
- vamos, se ve que estas hambrienta. -
- ¡Qué no quiero! - grito desesperada.
- shhh, calla, Tom te escuchara y vendrá, créeme, no quieres verle molesto. -
- Me importa una mierda ese tal Tom, ahora desatame y déjame ir. -
- crees que es así de fácil, muñeca? -
No hubo respuesta por su parte, pero me miró con unos ojos tan dolidos que me compadeci y le desate las manos para que pudiera comer a gusto, lo cual me favorecía a mi también, ya que, no me apetecía la idea de darle a un preso de comer en la boca, eso es asqueroso.
- Si, así, vez que fácil era? -
- Calla, idiota. -
- Solté una risa - que difícil es está chica -
- Bien linda, ya que terminaste, voy a irme. -
- No, espera... -
- Dime. -
- Sacame de aquí, por favor. -
- Eso no se puede, me matarían si lo hiciera. -
Nuevamente no conseguí respuesta así que salí de la habitación, escuchando sus sollozos desesperados del otro lado de la puerta, alguien se enojaria demasiado...
By Tom
- Callenla de una vez. -
- Ya lo intente, sólo llora más. -
- Bien, me tiene harto, la callare yo mismo... -
Sin más me levanté del sillón en el que descansaba y me dirigí a la pequeña habitación en donde teníamos a Atenea, abrí la puerta con búsquedas y la cerré de un portazo.
- Te puedes callar de una vez? -
- ¡No! ¡Quiero salir de aquí! ¡No quiero estar aquí! -
- ¡¿Crees que me importa?! No, me importa un carajo si quieres estar aquí o no, así que cierra la puta boca y deja de llorar. -
- Vete a la mierda. -
- ¡¿Qué dijiste?! -
- ¡Vete a la mierda! -
No soporte más, me tenía harto, totalmente cansado, no podía contenerme y le solté una bofetada, ella sólo se quedó callada con la cara volteada, rápidamente comenzó a brotar un líquido rojo de su labio, si que le había atizado con ganas...