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By Bill.

- Carajo... - La cabeza me dolía demasiado, había bebido mucho ayer...

- Que pasa cielo. - pregunto Emma.

- Me duele la cabeza. - respondí frío.

- ¿Quieres algo? -

- Si, ve y traeme un Te. - Le ordene

Emma se levantó de el cama y salió de la habitación, me quedé en la cama acostado, frotandome los ojos, me sentía mal, era una de esas crudas horribles.

Emma entró con una taza de té en las manos y una pastilla para el dolor de cabeza.

- Te traje esto cielo. - Odiaba que me hablará como si en verdad fuera mi novia.

- Deja de hablar como idiota, dame eso. - Estaba de mal humor aparte.

- Lo siento... - Emma agachó la cabeza

Tome la pastilla metiendo la en mi boca, luego le di un buen trago al te y me pase la pastilla. Debo admitir que el te sabía demasiado bien.

Al terminaré el te, me sentía mucho mejor y de mejor animo, por otro lado Emma seguía cabizbaja. 

- No debí decir eso, lo siento... - La tome por la cintura y le di un beso en el cuello.

Ella estaba sentada frente al ventanal, ella solía hacerlo frecuentemente, adoraba admirar el bello paisaje que estaba a nuestro alrededor

- Esta bien... - Tomo mis manos, que estaban en su cintura tocandolas con ternura.

- Te amo Bill. - Recosto su cabeza en mi hombro.

Yo sólo sonreí. Busque sus labios y cuando los encontré, los junte con los míos en un beso apasionado y sincero.

Nos separamos por falta de aire y le ayude a levantarse de el suelo, una vez de pie volví a besarla, está vez fue un beso lleno de deseo. Caminamos hasta la cama y la tumbe delicadamente en esta.

Seguí besandola, mis besos poco a poco fueron bajando hasta su cuello mordiendolo y dejando unos cuantos chupetones. Su respiración era agitada, al igual que la mía. Agarre y toque su cuerpo con desespero, todo de ella me vuelve loco, su pelo, sus curvas, sus labios, sus ojos, sus nalgas, sus tetas...

- Eres perfecta... - Le hable al oído.

Tome el borde de su playera y la subi poco a poco, ella sabia lo que queria hacer así que subió sus brazos, dejándome quitar su playera por completo.

Sus senos estaban al descubierto ya que no llevaba sostén, en un movimiento rápido atrape uno de ellos en mi boca, chupandolo, Emma jadeo.

Mis manos bajaron hasta sus shorts quitándole de mi camino. Metí una de mis manos en su ropa interior, tocando su sexo lentamente. Emma soltó un gemido bajo.

- ¿Te gusta? - Pregunte.

Ella asintió lentamente.

- ¿Quieres más? - Mordi el lóbulo de su oreja.

Asintió nuevamente.

Aumente mis movimientos Emma hizo lo mismo con sus gemidos.

- Emma... dime que eres mía. - Dije sin disminuir o detener los movimientos de mi mano.

- Bill... Soy... tuya... - Dijo con la voz agitada.

- ¿Mía? - Sin aviso introduci un dedo en su interior.

- ¡Tuya! -

- Eres hermosa. - Susurre.

Me levanté de ella y me quite la ropa, dejando libre la creciente erección que tenía.

Un grave ERRORDonde viven las historias. Descúbrelo ahora