By Atenea.
El viaje más largo de toda mi puta vida, y no hablo de lo que dura, hablo de que el tiempo se está pasando demasiado lento, Damián seguía llorando y diciendo que quería a su mamá y gracias a eso Tom se estaba empezando a desesperarse.
- ¡Cállate de una puta vez mocoso! - Freno el carro repentinamente.
Se giró hacia Damián y lo miro con enojo, Damián se callo, se veía asustado, el ya había presenciado unas cuantos golpes que me daba.
Tom se bajó de el auto y se dirigió hacia la puerta en donde estaba Damián, el lloro más fuerte al sentir que las manos de su padre estaban en el, tal vez pensó que le pegaría, pero no... Le quitó el cinturón de seguridad y bajo de el auto, luego abrió mi puerta.
- Cuida de el. - Damián subió conmigo y lo abraze.
Damián ya se había calmado y estaba recostado en mi pecho viendo el camino.
- Ya se durmió. - Dije mirándolo con ternura.
- Al fin. - Tom ya estaba muy molesto.
By Emma.
- Deja de llorar ya Emma. -
Yo estaba sollozando, Bill había sido muy brusco y me dolía un poco, nunca me había tocado así, siempre que me tocaba lo hacía despacio.
- Recuerda que llorar le hace daño al bebé. - Agarró mi mejilla y yo me aparte bruscamente.
- Por cierto, hay algún problema con el bebé, eh notado que tu estómago no crece. No me estarás engañando ¿Verdad? -
Negué con la cabeza.
- Buena chica. - Volvió a posar su mano en mi muslo.
Agarre mis pantalones y me los puse con cuidado.
En un momento Tom frenó el carro repentinamente y segundos después bajo de el carro en dirección a la puerta de Damián "Carajo" Pensé.
- ¿Qué diablos hace? - Dijo Bill tocando el claxon.
Vi a Tom bajar de el auto a Damián para subirlo con Atenea, realmente fuen un alivio para mi que no lo golpeara, el aún es un niño.
Después Tom volvió al auto y siguió con el camino, según el mapa faltaban 40 min ya y realmente eso era un alivio, quería darme una ducha y creo que ya es hora de que Atenea supiera lo que estaba pasando, ella tenía que ayudarme a salir de esto...
(...)
- ¡Joder! Al fin llegamos. - Bufo Tom.
La casa era preciosa, de 3 plantas, con jardín y piscina, sin duda alguna Tom tenía muy buenos gustos. La casa estaba decorada de una manera muy elegante, la mayoría de cosas eran a color blanco y otras grises, casi todo era de colores neutros.
Atenea entró detrás de Tom cargando en brazos a el pequeño quien estaba profundamente dormido.
- Vamos, Damián tiene que descansar.- Tom señaló las escaleras.
Atenea subió con Tom cuidadosamente, está casa era muy diferente a la otra, tenía dos cuartos más, supongo que en uno de ellos dormiría Damián.
- Nosotros también estamos cansados, ¿Cierto Emma? - Bill me tomo por la cintura.
- ehh... Si, lo estamos... - subimos las escaleras hasta nuestra habitación, era hermosa, con balcón y todo, realmente está casa me encantaba.
- Quiero darme una ducha, Bill. - abrí mis maletas para buscar un poco de ropa.