- Esta bien señor. - El doctor tomo el dinero.- Le haré unos estudios, si sale negativo, haré unos ajustes. -
- Le agradezco mucho. - Nos dimos un apretón de manos y el doctor salió a la misma dirección de a donde se llevaron a Emma.
Me senté en una de las bancas de la sala de espera de el hospital, encendí mi teléfono e inmediatamente recibí una llamada de Tom.
- ¿Como va todo? - Tom hablo serio, se escuchaba el llanto de Atenea del otro lado de la línea.
- Todo bien por acá, ¿Todo bien por allá? - pregunte.
- Ya se que no está embarazada. - Tom se escuchaba demasiado serio, en cuanto Atenea seguía llorando desconsoladamente.
- ¡Cállate! - Escuche un golpe.
- Ya se que fingió todo esto por miedo a lo que Bill pudiera hacer. -
- Tom. -
- El ya lo sabe. - Al terminar la oración colgó el teléfono.
Después vi a Bill acercarse, estaba echo una furia.
- Tu sabías. -
- ¿De qué hablas Bill? -
- Ella no está embarazada. -
By Atenea.
Tom me dio una bofetada después de decir algo por teléfono, el estaba hablando con George, sobre el falso embarazo de mi hermana.
- El ya lo sabe. - Al terminar la oración Tom cortó la llamada.
Retrocedi hasta la parte superior de la cama en cuanto me di cuenta que Tom se estaba acercando a mi.
- Eh sido muy paciente contigo, Atenea. - Me tomo por el pie y me jalo hacia el.
- Nooo. - Solloze.
Tom se subió encima de mi besando mi cuello.
- ¿Por qué eres tan molesta? - Susurro en mi oído.
Puso una de sus manos en mi cintura y la otra fue subiendo hasta mis pechos.
- Creo que está es la única manera de que cierres la boca un buen rato. - La mano que tenía en mi cintura fue bajando lentamente hasta mis pantalones.
En un movimiento rápido, me bajo los pantalones dejándome en bragas.
- De encaje como me gustan. - En realidad no tenía opción, la única clase de ropa interior que Tom me compraba era de encaje.
- Por favor... - Lloré.
- Debiste obedecer, debiste hacerme caso. - Su mano ya estaba estimulando mi entre pierna.
- Tom... - Solloze.
Tiro de mi playera hacia arriba quitandomela. Dejo unos cuantos chupetones en mi escote y mis pechos.
Se lo estaba disfrutando, el disfrutaba verme sufrir mientras el estallaba en placer.
Bajo mis bragas lentamente dejándome completamente expuesta para el.
Volvió a poner su mano en mi entre pierna tocandome más fuerte está vez.
- ¡Tom! Por favor. - Lloré más fuerte.
- ¡Cállate! - Me dio una bofetada.
- ¿Mami? - Damián entró en la habitación.
- Deja a mi mami, ¿Por qué la lastimas? - Damián tiro de la ropa de Tom jalandola.