"Es sólo un niño" pensé, el me había dicho mamá, supongo que se sentía en la obligación de hacerlo por que era la "Pareja" de Tom O por que simplemente el le exigia que me llamará mamá.
Tom y Damián seguían abrazados a mi dándome consuelo y tranquilidad.
En realidad está cara de Tom me gustaba, me gustaba saber que se sentía ser amada por Tom Kaulitz, me gustaba la idea de formar una familia con el, me gustaba que me hiciera sentir como la única mujer...
- ¡Gustav! - grito Emma.
Emma... Dios mío la había dejado sola con ese cerdo ¡Sola!
Salí corriendo de el baño a salvar a Emma de las garras de ese idiota.
Lo empuje lejos y la abraze fuerte.
- ¿Estas bien? ¿Te tocó? - Busqué en su cuerpo, cualquier rasguño cualquier cosa anormal.
- No te le acerques. - Le escupi a Gustav.
Tom entró en la cocina y le dio una mala mirada a Gustav quien salió de la cocina y se metió en su habitación.
- Creo que será mejor que ordene el desayuno por hoy. - Dijo Tom rascándose la cabeza.
(...)
Tom pidió un desayuno ligero para todos, en cuanto llegó comenzamos a comer. Todo fue tranquilo, tranquilamente incómodo...
- Bueno, creo que llego la hora de empacar. - Tom estaba muy emocionado por la nueva casa y no voy a mentir yo también estaba de acuerdo con cambiar de entorno, está casa me daba náuseas por todos esos recuerdos asquerosos, en especial nuestra recámara, donde pasó todo, donde Gustav me tocó...
Temia que quisiera hacer lo mismo con Damián, tenía miedo de que quisiera tocarlo, es por eso que estoy empezando a tomarme encerio lo de cuidar A Damián.
Cada quien se metió en la habitación empacando sus cosas, ropa, cosas de valor, fotos, entre otras cosas.
- Oye... - Damián me sacudió un poco.
- ¿Qué pasa cariño? - me senté en la cama y le puse atención.
- ¿Por qué le tienes miedo al tío Gustav? - pregunto Damián inclinando la cabeza.
Enseguida Tom me dio una mirada de desaprobación haciéndome entender que no abriera la boca.
- No... no le tengo miedo al Tio Gustav, es solo que... - pensé en cualquier excusa creíble para el.
- Es solo que... tenia ganas de vomitar... es todo... - Mire de reojo a Tom quien estaba atento a cualquier palabra mía.
- okey. - Damián me sonrió y se fue con Tom.
Seguí empacando unas cuantas cosas mas, la garganta se me secaba cada que recordaba la pregunta de Damián, era importante que el supiera la verdad acerca de Gustav pero sabia que no era conveniente en esta situación.
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- Bueno parece que ya terminamos de empacar. - Tom puso la ultima caja en el suelo.
- Si eso parece... - me aclare la garganta y le di una sonrisa falsa.
- bueno, ayúdame a bajar las cajas. - asentí y tome una de las cajas de el suelo.
Tom y yo llevamos las cajas a la sala, al parecer alguien vendría por las cosas y las llevaría a la nueva casa.
- Bueno, viajamos mañana, lo mejor será descansar. - Tom subió las escaleras lentamente.
- Papi... - Dijo Damián haciendo que Tom se detuviera.
