Capítulo 22

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Daniela

Seguíamos en el hospital y el doctor estaba asegurándose de que Thiago estuviera bien y cuando acabó de hacerle unas preguntas y unos exámenes, su cara cambió y todos los que estábamos en la habitación podíamos deducir que la noticia que iba a soltar ahora no le iba a gustar.

Mi hermano y mi amiga se fueron porque tenían cosas que hacer y ya habían estado casi todo el día aquí.

—Si no os importa, es mejor que salgáis un momento afuera—nos pidió el doctor y antes de que pudiéramos cruzar la puerta, Thiago habló

—Doctor sea lo que sea, lo puedes decir delante de ellas—le dijo Thiago

—De acuerdo

Mientras el médico estaba hablando, Mar empezó a bostezar y supe que tenía sueño, así que le puse su chaqueta y la cogí en brazos para que se durmiera, mientras tanto estuve dando unas vueltas en la habitación hasta que ella se durmió. Después volví a centrar mi atención en ellos y lo que él le estaba diciendo a Thiago supe que le debió haber sentado fatal, no me hizo falta oír más para saber que la noticia le estaba destruyendo.

—Thiago, por el bien de tu recuperación vas a tener que dejar el fútbol un tiempo y sería recomendable que hicieras rehabilitación

—¿Por cuánto tiempo?

—Unos cuantos meses

El médico acabó de hablar con él, salió de la habitación y nos dejó solos. Estaba con Mar en brazos y me acerqué a mi novio para darle apoyo. Me senté enfrente de él y puse mi mano encima de la suya, al instante que entramos en contacto él desvió su mirada hacia mi y sonrió.

—¿Thiago, estás bien?—asintió, pero no me lo creí—Ey, me puedes decir la verdad, entiendo que esto te debe haber dolido

—Sí es verdad no me esperaba eso, pero hay una parte buena y una mala

—¿Cuál es la mala?

—La mala es que me voy a perder la liga y eso me jode

—¿Y la buena?

—Que os tengo a vosotras y eso me importa más que unos partidos de fútbol—no pude evitar sonreír

—¿Lo dices en serio?—no podía creerlo

—Sí

Al final se me acabó escapando otra sonrisa y mi corazón se aceleró con sus roces. Me iba a levantar para alejarme de él, pero me agarró de la muñeca y me hizo espacio a su lado para que me tumbara.

—Thiago, debería llevar a tu hermana a casa

—¿Y me vas a dejar aquí solo? Me voy a acabar aburriendo

—Solo déjame llevar ata hermana a mi casa y vuelvo

—De acuerdo

Me despedí de él y me levanté para salir del hospital. Cuando llegué a mi casa mi hermano y Grace estaban viendo una película juntos y ni siquiera se dieron cuenta de mi presencia. Me dirigí a la cocina y me encontré a mis padres, ellos me vieron y me empezaron a hacer miles de preguntas, pero solamente les dije que Thiago estaba bien y que como Mar estaba muerta de sueño, decidí traerla a casa para que descansara.

—Voy a volver al hospital para hacerle compañía—les avisé

Antes de salir por la puerta subí a mi habitación y me acerqué a mi biblioteca para coger un libro y después bajé las escaleras. Salí de mi casa y cuando estaba caminando escuché que me llamaban y me giré.

Corazones en llamas ©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora