Capítulo 39

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Thiago

Estaba con Jacob sentado en el banquillo de nuestro vestuario mientras me secaba el pelo y nuestros compañeros terminaban de cambiarse. Estuvimos hablando del partido que acabábamos de jugar y habíamos ganado. 

Unos minutos más tarde, salimos del vestuario y fuimos a las gradas donde estaba mi hermana con Julie. La hija del entrenador se había quedado con mi hermana porque le había prometido que le enseñaría todos sus dibujos. Como la última vez Julie le regaló un retrato a Mar, a ella le gustó tanto que se interesó. Realmente lo agradecía porque mi hermana necesitaba una distracción para dejar de preguntarme por todo lo sucedido con Daniela.

Nos juntamos con ella y el entrenador estaba al lado de su hija mientras ella pasaba páginas y mi hermana miraba impresionada todos los dibujos. Cuando los tres notaron nuestra presencia, alzaron la mirada y mi amigo y yo les saludamos con una pequeña sonrisa. 

Alcé a mi hermana en brazos porque estaba cansada y ya era hora de irnos, pero me sorprendió que se negó y empezó a hacer una pataleta. Me acabó insistiendo tanto en que quería quedarse que tuvo que intervenir la pelirroja y me tuve que rendir.

—Thiago, no quiero irme, quiero quedarme—insistió mi hermana

—Princesa, tienes que dormir. Necesitas descansar y ya es tarde. Otro día te quedas más rato con Julie

—Thiago, por favor

—¿Walker, por qué no vamos a cenar todos juntos y así pasa más tiempo?—propuso la pelirroja

—Yo estoy de acuerdo con ella. Vayamos a cenar y que tu hermana pase más tiempo con Julie—no estaba muy convencido y Jacob lo noto—Thiago, necesita a alguien que quiera compartir tiempo para ella y ahora que está lejos de ellas necesita a Julie

Mi amigo tenía razón yo la había separado de Grace y Daniela. Ellas eran unas personas incondicional en la vida de Mar y ahora que no las tenía cerca, necesitaba a alguien que consiguiera hacerle sentir como lo hacían ellas dos. 

Me frustraba saber que por mi culpa mi hermana sufría, porque estaba seguro de que aunque estuviera feliz, extrañaba demasiado a Grace y Daniela. Y la entiendo, ellas dos siempre habían cuidado de ella, habían formado un vínculo y una relación preciosa. 

—De acuerdo. Cenaremos con Julie y después nos marcharemos a casa

Mi hermana me abrazó y le dio la mano a Julie mientras caminaban para ir a un restaurante. Yo seguía al lado de mi amigo y estaba pensativo. Jacob lo notó y me dio un pequeño golpe en el brazo para qué apartará la mirada del suelo y le explicará lo que me pasaba.

—¿Thiago, puedes contarme por qué estás tan triste? ¿Es por la ruptura?

—No. Bueno, quiero decir, me estoy adaptando a estar solo por un tiempo

—¿Entonces qué es lo que te atormenta?

—Jacob, no sé si las decisiones que estoy tomando son correctas

—¿A qué te refieres?

—Que siento que por mi culpa mi hermana tiene una vida de mierda. Estoy todos los puñeteros días entrenando, jugando partidos y siempre la tengo que dejar con alguien porque no puedo cuidarla. No tengo padres a los que les importé y que me quieran. Y la he acabado separando de Daniela y Grace

—No digas eso. Todo lo que haces por ella es para que tenga un buen futuro, para que no le falte nada y para que no sienta lo que es tener padres ausentes que la abandonaron

—Jacob, no estoy seguro. Mi mayor miedo es que mi hermana sienta que la abandonó por jugar partidos en los que me pagan solo para conseguir llevar dinero a casa

Corazones en llamas ©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora