Capítulo 50

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Daniela

Cuando el partido terminó, volvieron al campo y Thiago sujetaba un micrófono y me miraba. Supongo que le habría hecho ilusión que viniera a verlo. Aunque yo no estaba tan feliz porque ahora que estaba volviendo a sentir mariposas en mi estómago, quería volver a irse.

Honestamente, creo que el dolor que llegué a sentir cuando rompimos y me abandonó estaba desapareciendo más rápido de lo que pensaba y se estaba transformando en amor.

Mantuve mi mirada en el campo y cuando empezó a dar un mini discurso sabía que estaba hablando de mí. Me quería esconder. Miré a mis amigos porque estaba completamente segura de que estaban formando parte del plan de Thiago. Me sonrieron, en cambio, yo no. No sabía cómo reaccionar, estaba paralizada. Ni en mis sueños más locos, me imaginaba que me iba a pedir perdón y a confesarme el amor que siente por mí delante de todos los fanáticos.

Kevin apoyó su mano en mi hombro y los dos sabíamos a la perfección que nuestra relación y nuestro día estaba llegando al final. Esta mañana intenté romper con él, pero no me atreví. Prefería hacerlo por la noche, cuando ya hubiéramos pasado el día juntos. Supongo que así sería más fácil.

Me emocioné al escuchar las palabras de Thiago. Mis lágrimas empapaban mis ojos. Tiré la cabeza hacia atrás, respiré profundo para tranquilizarme y evité llorar en este momento. Me limpié con la manga de mi chaqueta alguna lágrima que cayó por mi mejilla.

Fue justamente en ese momento, en el que vi a mis amigos alejarse y bajar las escaleras para ir al campo. Me extrañé y miré a mis padres y a Kevin que negaban con la cabeza como si ellos tampoco supieran nada de lo que estaban tramando o de lo que iba a ocurrir en este instante.

Las luces del estadio se apagaron, encendieron unas de colores y mis amigos, su equipo de fútbol y unas animadoras se pusieron en posiciones. Estaba claro que lo que iba a ver a continuación era lo que habían estado planeando.

—Esta canción va expresamente dedicada para la chica que se robó mi corazón, que es irritante, pero que la quiero y la odio a ratos—dijo y mis ojos se volvieron como platos

Ahogué un grito de emoción cuando escuché sonar por los altavoces Style de Taylor Swift. Me quedé asombrada y me pellizqué en el brazo para asegurarme de que no estaba soñando.

—¡Dios mío, me está dedicando una canción de Taylor Swift enfrente de todo un estadio!—dije emocionada y asombrada

Era una locura. No podía asimilar que estuviera convirtiendo el estadio en un concierto solo para dedicarme una canción. Estaban bailando la misma coreografía que la de sus conciertos. Me tapé mi rostro para ocultar mi sonrisa, pero me parece que lo notó.

Cuando terminaron, todas las personas que estaban sentadas en la grada aplaudieron. Ellos se quedaron en el campo y me miraron esperando a que me decidiera a actuar. Tenía dos salidas: bajar al campo y afrontar este momento o salir corriendo.

—Deberías volver con él—me dijo Kevin mientras miraba a Thiago sonriendo

—¿Qué?—me quedé impactada

—Os merecéis una segunda oportunidad y no voy a ser yo quien os lo impida—me dijo honestamente

—Kev, me asusta volver a salir lastimada

—Daniela, estoy seguro de que no te va a volver hacer daño. Si un chico durante una semana te ha demostrado su amor con muchas acciones y a pesar de tus rechazos no se ha rendido es porque está dispuesto a cuidarte y no hacerte sufrir otra vez

Miré a Thiago un par de veces y me di cuenta de que aunque tuviera miedo de salir herida, las cosas habían cambiado. En el fondo sabía que todo el daño que nos hicimos fue por personas que se dedicaron a destrozar nuestra relación.

Corazones en llamas ©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora