C U A R E N T A Y D O S.

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Capitulo 42.— El reencuentro con Sarah.


Sorpresa, me descubriste.


Releo el mensaje una vez más.

Incapaz de creer que fuera posible.

Incapaz de creer que ese pedazo de escoria siguiera con vida.

¿Cómo no lo pensé antes?

Borro el mensaje en el viejo celular y lo guardo en el bolsillo de mi pantalón. Un ringtone interrumpe mi momento de silencio, una llamada entrante que me hace volver a sacar el aparato.

Detective Parker.

Una mala sensación me recorre por la piel.

Una corazonada.

Atiendo la llamada.

— ¿Si? —inquiero con duda.

— Tenemos novedades sobre tu accidente. ¿Puedes presentarte en la comisaría?

— Nos vemos ahí —le aseguro antes de dar por finalizada la llamada.

Habían pasado apenas 12 horas después del incidente en el evento de caridad, y después de la platica con Collin. Sabía que después de eso, vendrían cosas peores. Pero estaba lista para enfrentarlo todo.

Me pongo mis tenis y emprendo camino a la comisaría.

Apenas llego, me encuentro de frente con René. ¿Qué demonios hacía aquí?

— ¿Qué haces? —cuestiono mientras lo veo ajustarse su corbata roja.

— El detective Parker me citó, tienen novedades sobre tu accidente —responde en un tono relajado.

Me ahorro mis comentarios y prefiero ingresar al lugar, con René por detrás. Nos registramos en bitácora y posteriormente, pasamos a la oficina de Parker.

— Señor Grimes, Ianthe —nos saluda—. Tomen asiento, por favor.

Arrastro una silla y tomo asiento, René hace lo mismo.

Como ya sabrá, señor Grimes, el día que recibió la caja con..—René carraspea a mi lado—.Con la falange de Ianthe —continua—, se recogieron dos huellas dactilares. Sin embargo el resultado que arrojó nos ha dejado un tanto preocupados.

— ¿Qué ha arrojado? —pregunto. Parker en la mesa me extiende un formato en el que aparecen los datos de la búsqueda.

Sarah Woods.

— No es posible que siendo un órgano de justicia tan importante, se permitan este tipo de confusiones —brama René con indignación—. Tengo cosas de mayor importancia que he dejado por venir aquí, detective. Asegúrese de llamarme cuando sea información de relevancia, con permiso —se despide. 

Cuando estoy por ponerme de pie, Parker me detiene. 

— Espera, necesito hablar contigo —se pone de pie y camina hacia la puerta de su oficina, asegurándose de ponerle seguro—. ¿Qué hacías ayer en el evento? 

— Podría preguntarte lo mismo y aún así, no me interesa —le contesto tajante.

No sabía a donde iba con todo esto, y tampoco estaba para perder el tiempo con este idiota, sabiendo que hay cosas importantes de las que debía encargarme. 

— Sé quién eres —ataca—, sé todo perfectamente de ti. 

— ¿Qué es eso que crees saber de mí? —le pregunto con una sonrisa socarrona. 

B R O K E NDonde viven las historias. Descúbrelo ahora