¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
Capítulo 10. — Ataques y explosivos.
— Mi nombre es Ianthe Grimes, y desde este momento, trabajaran conmigo. Quiero hombres a mi lado, no niños a los que tenga que cuidar en cada situación que se presente ¿fui clara? —el par de chicos, que al parecer eran gemelos me miran carentes de emociones, sin embargo asienten a la par. Collin por su parte se limita a observar en silencio—. Podemos ser buenos colegas si atienden mis órdenes como tal, sino entonces, les joderé el culo.
— Por supuesto que si —dice uno de ellos en un comentario cargado de ironía—. Mi nombre es Aarón —se presenta. De los dos, él era quién demandaba más autoridad, tenía el cabello ligeramente desordenado, sus ojos verde azulados me miraban inexpresivos, una fina capa de pelos decoraba su mentón cuadrado.
— Yo soy Aiden —esta vez, mi mirada percibe la pequeña sonrisa en los labios del segundo, que tiene la melena más crecida que el primero.
— ¿Qué es lo gracioso? —inquiero mientras sin poder evitarlo, levanto una de mis cejas.
— No puedo ser capaz de tomarte tan en serio, cuando sé que somos más mayores que tú —su sonrisa se extiende, dejando a la vista sus dientes alineados.
— La edad no es impedimento alguno para que en cualquier momento pueda darte una patada en el culo, Aiden —su sonrisa se apaga, y ahora soy yo quien extiende la suya —. Si es todo, nos vamos, hay muchas cosas por hacer —los cuatro salimos de la fábrica, un poco antes de dirigirme al lugar del volante Collin me toma por el brazo.
— Yo me encargo del volante, tú encárgate de compartir los planes —sin intercambiar una palabra más, me dirijo al asiento del copiloto, cierro la puerta por detrás y Collin pone en marcha el auto.
— ¿Cuál es el plan? —inquiere Aarón por detrás. Saco el mapa que con anterioridad Cleon me entregó, dentro, venían ubicados en círculos rojos cada uno de los seis clubes de Reich. Comparto el mapa con los gemelos y entonces procedo a explicarles la situación, y el objetivo de todo esto.
— Reich tiene seis negocios, repartidos por Estados Unidos, una cadena de clubs masculinos. Collin y yo incendiamos una, en Bridgeport —señalo en la parte de Connecticut. Aiden, con un plumón —que desconozco su lugar de procedencia—, marca una equis sobre el punto marcado.
— Estamos en Chicago, podríamos aprovechar la vuelta para atacar el bar en Illinois —señala Aiden.
— Y suponiendo que el bar se encuentre en Springfield, tardaríamos al menos tres horas en llegar —indica Aarón mientras me muestra la ruta calculada en el google maps.
— Por la cincuenta y cinco hasta Springfield, Collin —demando, el rubio al volante hace un ruido de confirmación con la garganta—. Bien hecho, chicos.
— Ahora, que el aire se muestra menos tenso, supongo que podemos preguntar, ¿no es así? —de cualquier modo, ante cual fuera mi respuesta, Aiden me ataca con la primera pregunta—. ¿Sabes las ubicaciones de los lugares porque él te mostró o...?
