T R E I N T A Y S É I S

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Las olas azotan con furia contra la arena, la brisa moja mi rostro recordándome donde estoy.

La oscuridad nos rodea y de pronto me siento vigilada, acechada por un depredador esperando atacar.

— ¿Cuál es el siguiente paso? —pregunta Collin antes de darle un largo trago a la botella, arruga el entrecejo por el sabor ardiente del alcohol.

Resoplo.

— ¡No hay un maldito plan! —respingo—. Esa hija de puta debería estar muerta hace tiempo —le doy otra calada al cigarro.

Collin me mira sin inmutarse.

— ¿Y si intentas seducirla? —una carcajada sarcástica sale de mis labios y niego.

— No caerá, y tampoco estoy dispuesta a hacer ese sacrificio. Collin, tienes que alejarte de mí.

— ¡Por supuesto que no!

—¡No se trata de lo que tú y yo queramos, joder! No conoces lo que es capaz de hacer esa loca. No estoy dispuesta a meter a personas ajenas al ruedo.

— Quiero ayudarte —me pide.

— Entonces toma tu distancia —me pongo de pie, y a la par Collin imita mi acción.

— No tienes que cuidarme, sé hacerlo solo —el rubio da la media vuelta y se aleja sacudiéndose los pantalones de la arena. Lo veo irse y finalmente me dejo caer de vuelta a la arena.

Estaba harta de toda esta mierda.

Enciendo un tercer cigarrillo, mi mano tambalea cuando acerco el tabaco a mis labios. El estrés me estaba consumiendo.

Estaba decidida a terminar todo lo que había dejado inconcluso, y esta vez lo haría bien.

Sorpresa, me descubriste

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Sorpresa, me descubriste.

Releo el mensaje una vez más, incapaz de creer que fuera posible.

Incapaz de creer que ese pedazo de escoria siguiera con vida.

¿Cómo no lo pensé antes?

Borro el mensaje en el viejo celular y lo guardo en el bolsillo de mi pantalón. Un ringtone interrumpe mi momento de silencio, una llamada entrante que me hace volver a sacar el aparato.

Detective Parker.

Una mala sensación me recorre por la piel.

Una corazonada.

Atiendo la llamada.

— ¿Si? —inquiero con duda.

— Tenemos novedades sobre tu accidente. ¿Puedes presentarte en la comisaría?

— Nos vemos ahí —le aseguro antes de dar por finalizada la llamada.

Habían pasado apenas 12 horas después del incidente en el evento de caridad, y de la conversación con Collin. Sabía que después de eso, vendrían cosas peores. Pero estaba lista para enfrentarlo todo.

B R O K E NDonde viven las historias. Descúbrelo ahora