𝕸𝚊𝚛𝚌𝚊 (𝙸𝙼)𝓟𝚎𝚛𝚏𝚎𝚌𝚝𝚊

35. Por favor, no me la rompas

𝙷𝚊𝚕𝚕𝚎𝚗

Cuando le pedí a Attom que pasara la noche conmigo, estaba ansioso por su respuesta, pero la forma en que me miró cuando dijo que pensaba que ya estaba pasando la noche casi hizo que mi corazón explotara de felicidad. Aún puedo sentir el hormigueo en mi piel donde sus labios estuvieron por última vez, y ya extraño la rugosidad de su barba contra mi cuello cuando me alejo.

Durante las últimas veinticuatro horas, he estado eligiendo a Attom por encima de todo, pero en este momento, necesito elegir la comida antes de que me marchite y me convierta en la sombra de lo que fui. Comer pizza con Attom en la cama es lo único que quiero hacer. Dejaré todas mis responsabilidades de adulto esperando hasta el lunes. Por mucho que ame besar a Attom, y créeme, lo amo de verdad; se ha convertido en mi nueva actividad favorita. Sabía que eventualmente necesitaría comida en mi organismo para recuperar la fuerza suficiente para seguir el ritmo de todas nuestras recientes actividades en el dormitorio. ¿Quién necesita un gimnasio cuando tienes a un tatuador sexy para ejercitarte? Se ha convertido en mi nueva forma favorita de cardio, y Attom es mi nueva actividad favorita para escalar y montar.

A pesar de que quiero quedarme en esta habitación con Attom todo el tiempo que pueda, sé que la realidad nos llama. Eventualmente, tendrá que regresar a su casa, y no quiero pensar en cómo será despertar sin su calor presionado contra mí por las mañanas. Attom y yo tenemos trabajos y otras personas en nuestras vidas que reclaman nuestra atención, pero sé que él es la persona a la que quiero dedicar la mayor parte de mi tiempo. Estamos en la fase de conocernos, y disfruto esos momentos en los que él se abre y comparte aspectos personales de su vida, como sus relaciones pasadas o su familia. Comparado con Attom, yo era un libro abierto. Las páginas de Attom debían convencerse antes de que fuera posible pasarlas. Cuando me habló de su no tan buena relación con sus padres, me entristeció, pero me alegró saber que al menos tenía a su hermano. Aprecio la suerte que tengo con mis padres y no sé qué haría sin todo el apoyo que me han brindado a lo largo de mi vida.

Attom se seca el rostro con una servilleta.

—Entonces cuéntame, ¿cómo diablos tú y alguien como Dante llegaron a ser tan buenos amigos? A simple vista, no pareéis encajar, y la gente podría decir lo mismo de Jaqueline; aunque supongo que como ambos sois profesores eso podría tener algo de lógica. Claro que también eso no deja de parecer una amistad extraña y compleja. 

Descanso mi rodilla contra la suya, hundiéndola en la suave alfombra.

—Bueno, supongo que la gente podría decir lo mismo de nosotros, ¿no crees?

Él desvía la mirada hacia la pared como si estuviera sopesando mi respuesta.

—Tal vez tengas razón. Aunque sigo queriendo saber más, quiero conocer todo sobre ti.

Mi sonrisa se amplía.

—Bueno, en resumen, Dante y yo nos conocimos siendo unos críos, y, créeme o no, Dan no siempre fue el tipo popular y confiado que ves ahora. Oh, no, Dante solía ser tan nerd como yo cuando éramos unos adolescentes. Fue en la secundaria cuando Dan tuvo que empezar a defenderme de los chicos populares. Pero, sin importar lo que pasara, siempre se quedó a mi lado. Dan y yo nos entendemos en un nivel que va más allá de las apariencias. Hay mucho más en Dan de lo que la gente ve a simple vista.

Rebusco bajo la manta mientras continúo.

—Ser hijo único a veces me hacía sentir solo, y no tuve muchos amigos cuando era niño hasta que conocí a Dan en el patio de recreo de un parque cercano, y desde entonces hemos sido amigos. Luego, Jackie llegó a nuestras vidas muchos años después y se convirtió en parte de nuestro pequeño círculo.