𝕸𝚊𝚛𝚌𝚊 (𝙸𝙼)𝓟𝚎𝚛𝚏𝚎𝚌𝚝𝚊

3. [𝙳𝚎𝚜] 𝙰𝚏𝚘𝚛𝚝𝚞𝚗𝚊𝚍𝚘

𝙷𝚊𝚕𝚕𝚎𝚗

Jakie parece eufórica con su nuevo tatuaje en lo que esperamos a que planeemos a dónde vamos a ir a comer. La veo con su teléfono móvil, sonriendo para las selfies y por supuesto que eso irá a todas las redes sociales que tenga. Es increíble que ella sea profesora de literatura en el mismo instituto que yo, y más todavía que se comporte como si fuera alguna de sus alumnas adolescentes. 

De todos modos no la molesto demasiado, ya que ella me contará por sí sola lo que anda planeando.

Mi único problema es que me acabo de dar cuenta que mi propio teléfono no está en mi bolsillo, lo cual realmente no es una novedad para mí porque prácticamente soy capaz de perder hasta mis propias gafas en lugares insospechados; pero el móvil lo necesito de verdad. 

—¿A qué viene esa cara, Hal? —me pregunta ella, ahora mirándome de reojo—. Pareces una ardilla del canal infantil, la cual le han quitado una de sus bellotas y va a entrar en una especie de crisis.

—No encuentro mi teléfono —murmuro.

Ella pone los ojos en blanco ante mi respuesta, ya que para ella tampoco es algo nuevo. Aun así me pasa el suyo. Tiene una funda rosa brillante llena de purpurina por todos lados y frases de novelas románticas estilo "periódico" moviéndose conforme la funda la mueves de arriba a abajo o ejerces un movimiento cualquiera.

—Llama y si tienes suerte, a lo mejor te dirán donde lo perdiste esta vez.

—Sé donde está, Jakie —espeto—. Está en la tienda de tatuajes, ya que de ahí hemos ido al coche y todavía seguirá dentro de él; por lógica, está allá. 

Ella resopla hacia la ventanilla abierta, esperando a que el coche que tenemos delante nos permita pedir una bebida para llevar antes de hablar hacia dónde vamos a comer exactamente. Tenemos varias opciones.

—Bueno, cambiando de tema... ¿Crees que Charlie verá mi nuevo tatuaje?

Charlie es el nuevo profesor suplente de nuestro instituto, un buen tipo si me preguntan, aunque para nada mi tipo. Tampoco importa mucho, ya que huele a hetero a kilómetros, aunque sigo sin entender exactamente por qué casi todas las profesoras y alumnas de último curso del instituto lo miran embobadas. ¿Quizás porque su voz es grave y tersa al mismo tiempo cuando habla? ¿Quizás son esas gafas de media luna que le da un aire inteligente, además de un corte de cabello adecuado para su edad?

No lo sé. Tampoco debería de importarme.

—No me sorprende que ya lo hayas agregado a instagram, ya que siempre haces la misma táctica de ligue.

—No se llama ligue, Hal —jadea ella con una exagerada y teatral exhalación, con mano en el pecho incluida—. Se llama ser sociable con los demás. Deberías de probarlo, en lugar de ser tan solitario como tus propios libros de ciencias. Además, ¿cómo crees que voy a ligar con alguien desde mi instagram? —pregunta ella al ver que pongo los ojos en blanco—. Seguro que lo pongo horny cuando le diga "Oye, Charlie, ¿no es morboso que lea a Jane Austen con una tarrina de helado y un té de menta? ¿Quieres que nos pongamos cachondo leyendo a Emily Brönte, Gustave Flaubert o Boris Pasternak?"

No puedo evitar reírme por ello, porque ni siquiera me espanta que ella utilice ese humor tan extraño para ser un poco pasivo-agresiva.

En realidad, a Jakie es una adicta a instagram. Como mujer adulta, siendo profesora de literatura, y con un afán aventurero de verlo todo y plasmarlo dentro de su cuenta, lo que más encontrarás serán libros. A veces son críticas personales u opiniones. También hay publicaciones ligadas a la comida, la bebida, escenarios que encuentra en lugares interesantes mientras viaja... Cada vez que entras a su cuenta, te das cuenta que es una chica interesante aunque parezca una "bibliotecaria salida de una revista para adultos". No porque salga despelotada, sino porque enlaza el "verse intelectual" con "verse sexy".