Capítulo 3

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Tal vez no era correcto beber tanto, no era sano en ninguno de los aspectos, una forma de matarte lentamente con cada trago que das, pero Tom sólo lograba conciliar el sueño cuando bebía. Cada trago que daba, podía calentar su frío cuerpo, relajarlo hasta sentir que flotaba en un colchón de plumas, como si las sábanas lo abrazaran. O al menos, así era la mayoría de las veces.

Habían momentos donde Tom tenía un presentimiento, y debía beber para calmarse -aunque siempre estaba bebiendo- pero debía bajarse al menos una botella de Smirnoff para lograr su cometido de descansar sin esa preocupación en su pecho. Esta, era una de esas noches. Mientras bebía al lado de su ventana, mirando la luna, pudo sentir un aroma peculiar. Tom lo reconoció al instante, era el olor a los puros que fumaba el imbécil de Tord. El miedo y el dolor invadieron su pecho, un cosquilleo en todo su cuerpo se concentró en su columna, su cuerpo se mantuvo estático por unos segundos. Recordaba ese olor con fuerza, en lo que su respiración y latidos se aceleraban, pequeños flashbacks aparecían en su cabeza. Justo al recordar la gran explosión del robot, se levantó de un salto de su silla y salió del departamento hacia la calle. No se había terminado su botella.

Se guiaba por el olor, buscaba con su olfato, en la oscura noche, a la persona dueña de ese asqueroso olor. Mantenía su mano sobre la pistola en su cadera, el dedo sobre el seguro, listo para apuntar y retirarlo cuando se le apareciera alguien por delante. Logró ver una figura, así que se escondió y se preparó para atacar. Él era el único consciente de que Tord seguía vivo, aunque deseaba que no lo estuviera. Luego de la explosión, no había aparecido el cuerpo de Tord por ningún lado. Muchos creerían que su cuerpo había explotado también, y por eso no lo encontraban, pero Tom sabía que algo raro pasaba, porque en la cima de la colina donde cayeron partes del robot, había un charco de sangre y marcas de un auto. Había estado investigando por meses, pero no llegó a nada. Y ahora que sintió ese olor tan cerca del departamento, tenía miedo de que algo malo ocurriera.

Persiguió a ese hombre, hasta que al lograr acorralarlo, ya no estaba. Había desaparecido, como si por obra de magia se tratase. Justo antes de meterse a investigar más a fondo, recordó que Edd y Matt estaban solos en sus departamentos, así que volvió a buscarlos.

Corrió hasta llegar primero al departamento de Edd y abrió la puerta de una patada. Edd, quien dormía en el sillón plácidamente junto a Ringo, se levantó de un salto.

—¡Edd! ¡¿Dónde estás?!— Tom encendió las luces, alcanzando ver a Edd, quien se frotaba los ojos y bostezaba, sentándose en el sillón.

—¿Qué quieres, Tom? Es tarde, vete a dormir...— abrazó con más fuerza a su gatita y volvió a recostarse, siendo alumbrado por la tele.

A Tom se le hizo algo raro ver a Edd durmiendo en el sillón, pero no se preocupó por eso, tal vez se había quedado dormido mirando una película. —es Tord.— logró captar la atención de Edd, quien abrió sus ojos, con miedo a ser descubierto.

—¿Q-Qué? ¿Qué hay con eso?— mierda, Edd deseaba que Tom no se hubiera dado cuenta de que Tord estaba en el departamento, trataba de mantener la calma, aunque le costaba un poco.

—Él está aquí, lo sé, sentí ese asqueroso olor suyo, a ese cigarro raro que siempre fuma. Lo perseguí por afuera, pero cuando lo acorralé, desapareció. Ese imbécil... — había comenzado a caminar de un lado a otro, tenía los nervios de punta por la ira y el miedo a que le pasase algo a sus amigos, otra vez.

—Qué tú ¿lo perseguiste afuera dices?— abrió los ojos con sorpresa, mirando hacia la ventana de la cocina, preguntándose en qué momento Tord había salido de la casa, y por qué no lo escuchó.

Fueron interrumpidos por un maullido, Ringo se había despertado. Ambos lo vieron y Tom se preocupó al verla así de herida, así que se acercó a revisarla. — ¿Qué le pasó?—acariciaba a la pequeña, aunque ella lo mordió, así que alejó su mano rápidamente. La había acariciado muy bruto.

AmbivalenciaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora