Ambivalencia

Capítulo 35

¡ATENCIÓN!

En este capítulo, se abordarán temas sociales, políticos, conflictos entre naciones, relacionados con la guerra, y algunos temas y escenas sensibles. Por eso, recordemos que esta es una historia ficticia, hecha con el simple objetivo de entretener. Nada de lo contado en este capítulo ocurrió en la vida real, sólo encontrarán alguna que otra referencia a la vida real.

Este capítulo no está hecho para generar polémica.

Una vez aclarado esto ¡Disfruten!

Tamara llevaba horas encerrada en su cuarto. Sus paredes, que solían estar vacías, así como su corazón, ahora, estaban llenas de esperanza.

Cientos de fotos, papeles, escrituras y uniones con hilos rojos, que formaban conexión entre cada una de las páginas de aquella investigación sobre la bestia de brea. Fotos de Tom, de la bestia, noticias impresas sobre las veces que había atacado la ciudad, y hojas escritas a mano por Tamara, donde relacionaba los ataques con las veces que había estado con Tom.

La puerta se abrió, y Tamara giró. Había estado tiempo sin dormir, estudiando y planeando. Por eso, sus ojos se veían cansados, perdidos.

- ¡Chicas! ¡Qué bueno que llegaron! - Exclamó, alegre.

En cambio, Patricia no se veía muy feliz. - ¡Qué bueno que nos fuimos, en primer lugar! - al contrario, estaba molesta. Se acercó a Tamara, decidida a partirle la cara. - ¡¿Se puede saber qué carajo estuviste haciendo?! ¡¿Qué es todo esto?! - arrancó una hoja de la pared, para leer el contenido de esta.

Ante eso, Tamara se puso nerviosa, y le arrebató la hoja de la mano. - ¡Ten cuidado! - volvió a pegarla cuidadosamente en la pared. - Esto es la clave de todo ¡Escuchen! ¡He estado estudiando a Thomas! En esta dimensión, lo llaman "La Bestia de Brea"... - colocó sus manos como si fuesen garras, representando aquel nombre. - ¡Es impresionante! ¿No lo creen? ¡le pusieron nombre!

Las otras dos, seguían molestas.

- ¿De dónde sacaste esta puta información? - Patricia frunció su ceño. Ya sabía cuál era la respuesta, pero, quería ver qué tan honesta sería Tamara, que, se veía bastante nerviosa.

- Su piel es dura, hasta ahora, nunca han logrado atravesarla con nada, sólo generaron unos pocos cortes. ¡Es perfecto para nuestro plan! - arrancó un par de fotos de la pared, mostrándoselas a sus compañeras. - No sólo eso, ¡Él Escupe fuego! ¡¿Acaso eso no es genial?! ¡Ha quemado la ciudad, y varios bosques!

- Ya sabíamos eso, Tamara. Responde mi maldita pregunta. - lanzó las fotos al suelo, restándoles importancia.

Pero, Tamara volvió a ignorarla. - Aún no han logrado herirlo con gravedad, y, pareciera como si pudiera regenerarse... también, puede ver en la oscuridad. Al parecer, este reporte lo escribieron en base a una experiencia que tuvieron una noche lluviosa en un campamento... - Tomó su mentón, pensativa, mientras leía aquella parte del artículo.

- ¡Tamara! - Patricia logró captar su atención, al fin. - ¡¿De dónde sacaste toda esta información?!

Paula se acercó a las paredes, leyendo con detenimiento. Tenía datos demasiado precisos, incluso, algunos relacionados a misiones secretas de la armada.

- U-uhm... De internet... - Sonrió, mostrando su celular, con nerviosismo.

- ¡Mientes! - Patricia, furiosa, se lo arrebató de la mano, y lo lanzó contra la pared, haciéndolo estallar en mil pedazos. - ¡Dinos la verdad!