Capítulo 21

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Que Tom y Tord pelearan no era sorpresa alguna para nadie, pero ni Edd ni Matt se esperaban encontrar a Tom hecho tal desastre.

Les había aterrado, era realmente una Bestia. Extrangulaba a Tord con tal ira que se les hacía completamente irreconocible. Su rostro distorsionado, sus dientes apretados, y sus ojos brillando de un color levemente morado, y no blancos como solían ser cuando se molestaba. Ver a Tord, tratando de luchar por sobrevivir, con su único brazo útil, fue una escena espeluznante.

Es por eso que Edd y Matt se sintieron más asustados por las condiciones de Tord, antes que de las de Tom.

- E-Estoy bien, Edd... en serio, no es nada...- ya se sentía un poco mejor, sentado en la sala de Tom, con un vaso de agua en su mano, el cual, se encontraba ya por la mitad.

- No, no estás bien. Tom se pasó de la raya.

-¡Si! ¡Ese Tim es un idiota!- Matt aportó, indignado, mientras prendía la televisión.

Aún así, Tord mantenía su mirada fija en su propio reflejo, en el vaso de agua.

- No importa... creo que esta vez me lo merecía.

-¡Último momento, un monstruo gigante ataca la ciudad! ¡Se les recomienda a todos que abandonen sus hogares! ¡Huyan lo más lejos posible, escóndanse! - la chica de las noticias había comenzado a hablar en la televisión, captando instantáneamente la atención de Tord. -¡Esperen, miren eso! ¡Unos misteriosos soldados están atacando a la bestia!- las imágenes mostraron a un monstruo gigante, que dejó a todos en shock.

- La bestia de Brea...- Los ojos de Tord se abrieron, su corazón se aceleró, y su adrenalina aumentó. Los mismos que se mostraban disparando a la bestia, eran Paul y Patryck.

- Carajo... ¡CARAJO!

Tord ya había logrado ponerse de pie. Con ayuda de Edd, reparó su prótesis de brazo, aunque, tuvo que retirarle varias partes rotas, y reemplazarlas, junto con ciertas piezas que cubrían los circuitos internos. Dejó de importarle lo estético, necesitaba simplemente tener su brazo para poder ir a apoyar a sus compañeros.

Se colocó su saco, y salió del departamento, no sin antes obligar a Edd y a Matt a quedarse en el edificio.

La ciudad era un desastre, la gente huía, corría al lado contrario que él, y el fuego comenzó a asomarse.

Ahí estaba la bestia. Finalmente, se habían vuelto a encontrar.

Lanzaba fuego de su boca contra autos, edificios, personas, sobretodo soldados suyos. En vez de preocuparse o asustarse, se emocionó.

Había pasado mucho tiempo desde la última vez que se cruzó con esa bestia, y siendo sincero, esa vez, había dudado sobre las intenciones del monstruo por herirlo, pero ahora, era completamente diferente. Así como Tom, parecía estar fuera de control.

Tocó su cadera, pero frenó en seco al no sentir nada. Su arma, no estaba. ¡Mierda!.

Justo cuando la bestia giró a verlo, alguien lo jaló del brazo, y lo tiró detrás de un auto.

-¡Ohh, miren quién está aquí! ¡El líder rojo!- Patryck frunció su ceño, mirando a su líder. Mantenía su espalda contra el auto, para no ser visto por aquella bestia. Por su aspecto, parecía que había estado durante bastante rato dando pelea.

La sonrisa en el rostro de Tord se amplió. - Parece que se han reencontrado con nuestro viejo amigo. - Afirmó, mientras tomaba una AK47 que Paul le pasaba.

- Si, es grato verte. - las cejas anchas de Paul demostraban su enfado. - Te rogué que fueras a la base ¡Y aún así, no fuiste! ¡Rompiste tu promesa!.

AmbivalenciaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora