— Señor, lamentamos molestarlo, pero lo necesitamos.— Paul trataba de ser comprendido durante la llamada que mantenía con su líder.
Había tomado como última opción el tener que llamarlo. Había prometido que se encargaría del ejército por su cuenta ante su ausencia temporal, pero las semanas pasaban, y se habían presentado varios problemas.
Aparte de tener que renovar contratos con Rusia, debía encargarse de la investigación de nuevas armas y trabajar con tecnología, pero ¿Cómo hacerlo si su líder, el más capaz con la tecnología, no estaba presente? ¿Y quién firmaría todos esos contratos? Estaba harto de hacer todo ese estúpido papeleo, los soldados hacían preguntas, se quejaban de la organización.
— Si, Tord, ya sé que los dejaste a mi cargo ¡Pero no puedes esperar que me encargue de todo lo oficial yo solo!
Patryck se mantenía sentado en una silla de oficina. Mantenía sus pies subidos al escritorio, mientras observaba con cierta diversión cómo Paul caminaba de un lado a otro, con el celular en su oreja. Juraba que le salía humo, y notaba lo furioso que estaba por la rudeza con la que tomaba algunos papeles del mismo escritorio para leerlos en voz alta hacia su líder.
— ¡Tus vacaciones deberán terminar algún día! ¡Hay nuevos reclutas esperando, aún no pudieron conocer a su supuesto líder, eres un fantasma!.
Que Paul no estuviera llamando de "Usted" a Tord, hacía ver que ya estaba harto. Menos mal que eran amigos, porque sino, Paul ya estaría enterrado diez metros bajo tierra -si es que Tord dejaba algo de su cuerpo-.
Algunas carcajadas salían de su garganta cuando Paul hacía pausas y se escuchaba la voz del líder del otro lado, tratando de explicar que aún "Tenía cosas que hacer".
— Mira, Tord. Sé que estás ocupado, pero aquí hay cosas mucho más importantes ahora mismo. Tienes que venir, no estoy bromeando.— fruncía su ceño. Su voz se oía algo más calmada, pero igual de profunda y ciertamente enfadada.
Aunque, su rostro se iluminó al oír un "Bien, iré en la madrugada, haré el papeleo, hablaré con los reclutas y volveré por la mañana ¿Está bien?". Incluso sonrió, cosa que despertó un leve sonrojo en las mejillas de Patryck.
—¡Si!— al darse cuenta de que la emoción se había notado en su voz, aclaró su garganta. — S-si. — se corrigió. — Lo esperaremos, señor. — Volvieron las formalidades.
Finalmente, la llamada terminó.
— ¿Volverá?— Patryck preguntó lo obvio, sólo para poder observar la felicidad en el rostro tan serio de su compañero, que falló en ser disimulada.
—Volverá.— dicho eso, se acercó al cómodo hombre que mantenía sus pies sobre el escritorio, depositando un suave beso en esa mejilla que se puso tan caliente luego. — se irá temprano, pero volverá.
— B...Bueno... eso es mejor que nada...— trataba de mantener el control, pero su corazón latía tan rápido que se le hacía ciertamente complicado. Ese hombre lo llenaba de tantas sensaciones que lo hacía sentir en su adolescencia otra vez. — ¿Y si no viene?.
— Entonces, tendremos que pensar en una excusa para nuestros amigos rusos, nuestros científicos y nuevos reclutas.
—Huh... demasiado complicado.
— si, así que más le vale que vuelva, o le partiré la madre al muy hijo de perra. — puso un cigarrillo en sus labios, con cierta ansiedad, queriendo prenderlo rápido con su encendedor, aunque fue detenido por el contrario.
Patryck no dudó en ponerse de pie y arrebatarle el cigarrillo de la boca para partirlo sin piedad, dejándolo arrugado y quebradizo. Estaba harto de los malos hábitos de Paul.
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Ambivalencia
FanfictionThomas no extrañaba el olor a tabaco durante las noches de insomnio, siempre se le hizo un olor asquerosamente fuerte, detestable. Hacía arder su nariz con fuerza, es por eso que cuando volvió a sentirlo, sintió que su mundo se paralizaba. Era un ol...