El sol había vuelto a brillar débilmente sobre Hogwarts. Dentro del castillo, la gente parecía más optimista. No había vuelto a haber ataques luego del cometido contra Nick Casi Decapitado y Justin, y a la señora Pomfrey le encantó anunciar que las mandrágoras se estaban volviendo taciturnas y reservadas, lo que quería decir que rápidamente dejarían atrás la infancia. Una tarde, Belladona oyó que la señora Pomfrey decía a Filch amablemente:
-Cuando se les haya ido el acné, estarán listas para volver a ser trasplantadas. Y entonces, las cortaremos y las coceremos inmediatamente. Dentro de poco tendrá a la Señora Norris con usted otra vez.
Eso preocupó a Belladona puesto que Salazar Slytherin no había hablado con ella desde la última vez y no había escuchado al basilisco tampoco. Por lo que esa noche después de la práctica de quidditch se propuso a contactar al creador de Slytherin, grata fue su sorpresa cuando Slytherin se presentó ante su llamado y le comentó que no se tenía que preocupar por los ataques, solo debe tener un poco más de paciencia y dejar que los demás piensen que los ataques cesaron; puesto que todos estarían alertas si es muy continuo y no habría diversión de ese modo.
Belladona se levantó al día siguiente satisfecha con la respuesta del mayor.
___***___
Al día siguiente Hogwarts se vio decorado con serpentinas, corazones flotantes y enanos de aspectos malhumorados con túnicas blancas repartiendo tarjetas y cantando canciones de amor debido a la celebración de San Valentín.
Ya cuando Gryffindor y Slytherin estaban acercándose para dar clases de defensas contra las artes oscuras, el grupo de Belladona y Harry se cruzaron de frente.
-Dona... -murmuró Harry con voz aguda –Que... casualidad verte por aquí.
- ¿Alguien oyó algo? –pregunta Belladona a sus amigos y estos le dan una negativa –Eso creí.
Belladona y sus amigos iban a entrar en el salón de clases cuando Harry le agarra el brazo.
- ¡Eh, tú! ¡Harry Potter!
Harry se volteó para ver quien lo llamaba, y cuando se fijó que era un enano de aspecto particularmente malhumorado.
Harry se ruborizó al pensar que le iba a ofrecer una felicitación de San Valentín delante de la fila de alumnos de Slytherin y los demás que pasaban por allí, entre esos el grupo de su hermana y Ginny Weasley.
-Tengo un mensaje musical para entregar a Harry Potter en persona –dijo rasgando un arpa de manera pavorosa.
-Y cuando pensamos que el día no iba a tener nada interesante –murmura Blaise haciendo que sus amigos se mofen
- ¡Aquí no! –dijo Harry enfadado tratando de escapar
- ¡Detente! –gruñó el enano, aferrándose a Harry a través de su mochila para detenerlo.
- ¡Suéltame!
Tanto tiró el elfo que la bolsa se partió en dos. Los libros, la varita mágica, el pergamino y la pluma se desparramaron por el suelo, y la botellita de tinta se rompió encima de todas las demás cosas.
Belladona rodó los ojos ante el desastre que se formó y dando unos cuantos pasos se agachó a la altura de su hermano y comenzó a ayudarlo a recoger todo. Este la miró sin poder creer que lo estaba ayudando, y ella no dijo nada.
-Bien –dijo el enano colocándose frente a los hermanos – ésta es tu canción de San Valentín.
Tienes los ojos verdes como un sapo en escabeche.
Y el pelo negro como una pizarra cuando anochece.
Quisiera que fuera mío, porque es glorioso, el héroe que venció al Señor Tenebroso.
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Belia Potter [Draco Malfoy]
FanfictionBelladona y Harry Potter han quedado huérfanos y viven con sus tíos. Un día los hermanos reciben la carta que cambiará sus vidas para siempre. En ella les comunican que han sido aceptados en Hogwarts el colegio de magia y hechicería de Londres. La...