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P.O.V. Belladona

Han pasado algunos días desde que recibí las cartas de mi hermano, y he decidido no preocuparme por aquella carta. En lugar de eso, mi abuelo me ha llevado al banco de Gringotts para activar la cuenta que tiene allí junto la de mi abuela y mi madre.

Al estar en el Callejón Diagon todos se nos quedaron viendo con notable miedo y aberración, cuando pasábamos cerca de alguien todos se alejaban lo más que podían como si tuviéramos alguna clase de enfermedad contagiosa, pero en lugar de sentirme mal, me sentía poderosa al transmitirle miedo a las personas.

Una vez llegamos a Gringotts, un duende nos llevó a la bóveda de mi madre y quedé boquiabierta al ver la cantidad de lingotes de oro y galeones que había en la cámara.

- ¿Qué te sorprende Giftig Blomma? Tu madre hizo su propia fortuna a base de sus pociones y creaciones en el mundo de la alquimia

-Nunca había visto tanto oro junto –admito viendo la cámara

-Y eso que no has visto la mía, te quedarás aún más sorprendida al ver el triple de todo –se jacta mi abuelo sin disimular su sonrisa –tengo más de esto en cada uno de los bancos

-Eres rico, abuelo. Me atrevo a decir que más rico que los Malfoy.

-Soy más adinerado que ellos, por supuesto. Es algo que siempre pone de los nervios a Lucius cuando comparamos nuestras riquezas.

Luego de ir a la cámara de mi madre, fuimos a la de mis abuelos donde mi abuelo agarró un anillo con un símbolo en particular; me dijo que es el sello Grindelwald y que ahora me pertenecía, me lo extendió y yo me lo puse junto a mis otros anillos.

-Quiero que Belladona Grindelwald tenga acceso a las bóvedas pertenecientes a la familia Grindelwald-Rosier cuando tenga la edad apropiada –ordena mi abuelo

El duende asintió anunciando que le debo dar mi varita y debo extender mi mano para crear la identificación pertinente al entrar en la cámara.

-Eso evitará que personas que se hacen pasar por usted logren entrar –explica el duende tras mi negativa de extender mi mano

Mi abuelo me indica que es un procedimiento regular, por lo que finalmente le doy mi mano al duende quien me pincha el dedo índice y me hace colocar el dedo en su libro.

-Belladona Rosier Potter Grindelwald, predecesora de las cámaras de Cassandra Grindelwald y de la cámara de los Grindelwald-Rosier una vez que tenga la mayoría de edad. Si el dueño actual, Gellert Grindelwald se encuentra incapaz de mantener las bóvedas, se le otorgara el permiso a la familia Malfoy, hasta que la señorita Belladona obtenga su mayoría de edad.

Cuando salimos del banco mi abuelo pasó al Callejón Knockturn para conseguir una varita, puesto que la de él la había reclamado Dumbledore como suya. No fue nada fácil que una varita eligiera a mi abuelo, ya que todas eran muy débiles, pero luego de una hora consiguió una varita de madera de olmo, con un núcleo de ave del trueno.

-No es una varita fácil de manejar y tiene cierta predisposición a las transformaciones, señor Grindelwald –comenta Borgin, el mismo sujeto que atendió a mi tío hace un año.

Mi abuelo se ríe de lado y hace una pequeña transformación delante de Borgin creando una reacción de susto al vendedor.

-Una varita que está a mi disposición, ¿no crees Giftig Blomma? –me pregunta a lo que yo sonrío.

Cuando salimos de la tienda mi abuelo me comenta un suceso que le ocurrió hace unos años y yo solo tenía una pregunta para él.

- ¿No tenías miedo de morir cuando te enfrentaste a Dumbledore en la sucesión del Mugwump Supremo? No es no te crea capaz de vencer a Dumbledore, no es por nada que eres uno de los magos tenebrosos más grandes de la historia –aclaro rápidamente cuando me ve –es solo que la muerte siempre ha estado cerca de ti, ¿no has tenido miedo de ella alguna vez?

Belia Potter [Draco Malfoy]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora