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P.O.V. Draco

-Mon cher

- ¿Sí, Cara mía? –pregunto distraído, perdido en esas pecas que simulan millones de constelaciones y me gustaría perderme en ellas para seguir descubriendo el universo entero.

Miro sus ojos. ¿Siempre ha tenido ese resplandor en la mirada? Sus ojos bicolores, negro y blanco. Son hermosos...

-Cara mía –susurro despacio

Estamos muy cerca, si solo me acercara un poco más...

-Me estas mirando mucho –suelta una risita nerviosa, de cierta forma me gusta que solo se ponga nerviosa conmigo –Deja de mirarme con esos ojos.

- ¿Qué ojos?

Acaricio su mejilla e inconscientemente bajo mi mano hasta su barbilla y también la acaricio. Ella inhala y yo poso mi mirada en sus labios; ella humedece sus labios.

Acaricio su labio inferior con mi pulgar.

-Tienes solo tres segundos para apartarme, Belladona, si no lo haces, no me disculparé por nada.

Uno...

La miro atentamente

Dos...

Entreabre sus labios

Tres...

Sin esperar más, uno mis labios con los suyos en un beso. Inicialmente fue tierno, exploratorio, como si estuviera descubriendo un territorio desconocido. Sin embargo, conforme la pasión se intensificaba, la conexión entre nosotros se volvía más evidente. El beso, inicialmente cauteloso, se transformó en un torbellino apasionado. Coloqué una de mis manos entre la curvatura de su cuello y mi dedo pulgar estaba justo debajo de su oreja.

En un instante de intensidad, nuestros labios se separaron solo para encontrarse nuevamente con una ferocidad inesperada. Un atisbo de juguetona intensidad se reveló cuando, con un atrevimiento irresistible, mordí con suavidad el labio inferior de Belia. Fue un gesto audaz, pero llevaba una mezcla única de deseo y diversión, sellando el pacto de un amor que finalmente se había liberado de las sombras de la amistad.

Un sonido fuerte hace que me quede mirando hacia todos lados, desconcertado.

¿Me caí de la cama? ¿Cuántos años tengo, nueve? Me levanto del suelo como puedo mientras trato de desenredarme la sabana.

Me acuesto en la cama nuevamente y paso las manos por la cara.

¿Estaba soñando?

No puedo creer que soñé que besaba a Belladona, es decir, es linda, pero crecí con ella es como una prima no debería soñar eso.

Fue un sueño todo eso.

-Hurón, Belia no es tu prima de sangre así que no es malo.

-Y en cualquier caso eres un Black, así que si en realidad fueran de la misma sangre tampoco afectaría

¿Dije todo eso en voz alta?

- ¿Qué hacen despiertos?

Blaise se acomoda mejor en su cama y suelta con un suspiro

-Llevamos horas escuchándote balbucear sobre Belladona y créeme, amigo, por mucho que me guste el chisme no es nada bonito escuchar como sueñas con mi hermanita

-Sí Draco –añade Nott– No es nada bonito escuchar como sueñan que están cogiendo con tu hermana.

-No soñaba que cogía con ella ¿qué les pasa?

Belia Potter [Draco Malfoy]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora