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P.O.V. Omnisciente

La sala era muy grande, y apenas estaba iluminada. Altísimas columnas de piedra talladas con serpientes enlazadas se elevaban para sostener un techo que se perdía en la oscuridad, proyectando largas sombras negras sobre la extraña penumbra verdosa que reinaba en la estancia.

Los cuatro chicos estaban apenas adentrándose en aquella sala cuando en la mitad de esta vieron a su amiga parada mientras veía una estatua.

- ¿Belia?

P.O.V Belladona

Una estatua, tan alta como la misma cámara, surgía imponente, adosada al muro del fondo.

Era un rostro antiguo y simiesco, con una barba larga y fina que llegaba casi hasta el final de la amplia túnica de mago, donde unos enormes pies de color gris se asentaban sobre el liso suelo.

-Finalmente llegué a la Cámara.

Camino unos pasos más y mis pies se topan con un obstáculo, bajo la cabeza y logro ver entre mis pies, boca abajo, una pequeña figura con túnica negra y el cabello rojo encendido.

-Ginny Weasley –murmuro con asco –¿qué hace ella aquí, señor? Pensé que su heredero era un mestizo.

<<Y lo es niña. La pelirroja solo fue su marioneta todo este tiempo>>

-Debo admitir que estoy sorprendida, de todas las personas, nunca me imaginé que fuera la traidora.

- ¡Belia!

P.O.V. Omnisciente

Los chicos corren hacia Belladona quien se da media vuelta al escucharlos y sale de su trance.

- ¿Qué hacen aquí? Se supone que iba a venir sola.

-Supones mal –dice Pansy –Jamás pienses que harás algo de esta magnitud tú sola

- ¿Qué hace Adrian aquí?

-No iba a dejar que ustedes se llevaran toda la diversión –responde Adrian alzando los hombros y repara en el cuerpo tendido en el suelo –¿Esa es..?

- ¡Ginny!

Los chicos observan como Harry corre desesperadamente hacia el cuerpo de Ginny Weasley arrodillándose junto a ella.

- ¡Ginny! ¡No estés muerta! ¡Por favor, no estés muerta! –Harry dejó la varita de lado y cogió a Ginny de los hombros y le dio la vuelta. Tenía la cara blanca y fría como el mármol, aunque los ojos estaban cerrados así que no estaba petrificada.

Belladona miraba la escena y por más que quisiera no podía dejar de sentir celos por la pelirroja; en la que su hermano se preocupaba más por aquella chica que en su propia hermana.

Harry miró al grupo de Slytherin y dejó el cuerpo de Ginny en el suelo con delicadeza. Tomó su varita y les apuntó.

- ¡Qué le hicieron a Ginny! –preguntó furioso Harry sin dejar de apuntarles

-Nosotros no le hicimos nada, por desgracia –contestó Belladona –ya estaba así cuando llegamos.

-No te creo Belladona –contestó Harry acercándose más haciendo que todos sacaran sus varitas en defensa –sé que ustedes son la causante de todas las petrificaciones y estoy seguro de que ella es una de tus víctimas.

-En eso te equivocas, niño –dijo una voz suave

Un muchacho alto, de pelo negro, estaba apoyado contra la columna más cercana, mirándolos. Tenía contornos borrosos, como si lo estuvieran mirando a través de un cristal empañado.

Belia Potter [Draco Malfoy]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora