|Extra 4|

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- ¡Estuve a punto de convertirme en un dragón! ¡Un dragón! Pero el maldito hurón me atrapó y ahora estoy condenado a convertirme en uno.

Draco refunfuñaba con los brazos cruzados mientras sus amigos lo miraban con gracia. Ya habían pasado algunas horas tras sus primeras transformaciones y se encontraban en la sala de estar del castillo.

-No es una sorpresa, Mon cher –dijo Belladona –desde el año pasado te dijimos que eras igual a un hurón

-El cuervo me dijo que eran los protegidos de Odín –reveló Blaise –eran los encargados de comunicarle lo que pasaba en la tierra.

-Eso confirma que eres un chismoso, Zabini –se mofa Pansy y Blaise le golpea el hombro con gracia –Yo me tuve que decidir entre el lobo y el hipogrifo.

-Yo no me tuve que decidir –dijo Theodore –Había una mamba negra frente a mí. Era lo que estaba destinado a ser desde un principio. Incluso se reveló en la primera clase de adivinación.

Gellert entró a la sala en ese momento, todos los chicos se quedaron mirándolo; tenía la espalda completamente recta y las manos la tenía detrás de esta.

-Vamos a practicar –ordenó Gellert –practicaremos hasta que se puedan convertir sin el uso de varitas. También les enseñaré a cómo utilizar las habilidades de sus animales sin convertirse en ellos.

- ¿Eso es posible? –preguntó Theodore

-Claro que sí –respondió Gellert como si fuera obvio –A diferencia de los metamorfos, un animago no puede transformar solo una parte específica del cuerpo, pero si puede controlar los sentidos de su animal.

___***___

- ¡Otra vez! –gruñó Gellert –¡Deben esforzarse en controlar el cambio!

Theodore, Draco, Pansy y Blaise jadeaban incontrolablemente, estaban sudando a mares.

-Bestefar, de bør hvile seg litt.

Abuelo, deberían descansar un poco.

-De vil hvile når de kan forvandle seg uten tryllestav.

Descansarán cuando puedan transformarse sin necesidad de varita.

Los chicos se quejaron. Habían pasado las últimas horas desde su transformación, tratando de convertirse sin varita y en ocasiones Gellert los atacaba para que los chicos aprendieran a transformarse en situaciones extremas.

-Si todos logran transformarse en animales cuando Belia y yo los ataquemos, entonces podrán descansar–volvió a decir Grindelwald

Los cuatro suspiraron con pesadez, pero aceptaron, pues no les quedaba de otra.

Los seis tomaron posiciones defensivas, Belladona y Gellert estaban frente a los chicos con sus varitas en mano.

- ¡Impedimenta! –gritó Belladona sin antelación.

El hechizo estaba siendo dirigido a Blaise, este no lo pensó mucho antes de dar una voltereta en el aire y así convertirse en cuervo y de ese modo esquivar el hechizo. Blaise ahora convertido en cuervo, desvió la varita de Gellert que apuntaba a Draco, la varita dio contra Theodore que sin pensarlo se convirtió en mamba negra y se arrastró tan lejos de la escena como le era posible.

Belladona apuntó a Draco con su varita. Sonrío ante el rubio y este entornó los ojos.

-Jeg håper du er forberedt, Mon cher, for jeg vil ikke være nedlatende.

Espero que estés preparado, Mon cher, porque no seré condescendiente.

-Je serais déçue si vous l'étiez, Cara mía

Me decepcionarías si lo fueras

Draco sonrío confiado, esperando el hechizo de Belladona, pero esa sonrisa desapareció cuando observó como una gran bestia pasaba al lado de Belladona y corría ferozmente hacía él.

<<Salazar, ayúdame>> pensó Draco antes de correr lejos Gellert Grindelwald.

Theodore, Blaise y Pansy en su forma animal y Belladona veían la escena. Gellert estaba en su forma de coyote; Draco aún no se había transformado, se negaba rotundamente a convertirse en un hurón, pero cuando se vio atrapado entre un árbol y el coyote blanco a punto de morderlo no le quedó de otra que convertirse y trepar el árbol.

Cuarto de Gellert Grindelwald

Gellert estaba preparándose para dormir cuando la puerta de su cuarto fue abierta de par en par y desde el exterior entró Belladona a paso firme.

-Casi muerdes a Draco

-Buenas noches para ti también, Giftig Blomma –dijo Gellert sarcástico –¿Qué se te ofrece en esta maravillosa noche?

Belladona no respondió, solo se cruzó de brazos y miró a su abuelo fijamente.

-No me mires así, jovencita –riñó él apuntándole con el dedo –Solo era un entrenamiento, sabía a lo que se enfrentaba.

-Yo me iba a enfrentar a él –contradijo Belladona –Lo tenía controlado.

-Lo sé. Pero quería tener el honor de asustar al teñido. Debe tenerme miedo y respeto si va a intentar algo con mi nieta.

Belia negó con la cabeza divertida por lo que dijo su abuelo, se levantó de la cama y besó a su abuelo en la cabeza.

-Trátalo bien, ¿quieres? Es importante para mí; le quiero.

-Haré lo que pueda, Giftig Blomma.

¡Finalmente hemos terminado la sección del Prisionero de Azkaban!

No falta mucho para comenzar El Cáliz de Fuego y quiero agradecerles nuevamente por llegar hasta aquí y darle una oportunidad a Belladona y su historia. Prometo que trataré de dar lo mejor de mí para que cada capítulo les guste y si me demoro en publicar es porque quiero darles lo mejor

Los amo.

Nos leemos pronto en el Cáliz

¿Tienen alguna idea de lo que podremos ver? Recuerden que tenemos muchos temas nuevos, nuevos estudiantes de Durmstrang y Beauxbatons.

Belia Potter [Draco Malfoy]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora