Belia Potter [Draco Malfoy]

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P.O.V. Omnisciente

La mañana del día de Halloween, todos los alumnos de tercer año bajaron al Gran Comedor con entusiasmo. Era el primer fin de semana donde los alumnos de tercer año podían salir de Hogwarts y eso significaba una cosa.

-Primera salida a Hogsmeade –comentó Adrian a los chicos –Marcus y yo iremos a Las Tres Escobas por cervezas de mantequillas, pueden acompañarnos si quieren.

-Nos ofrecemos de guía turística solo por esta vez –dijo Marcus –Para que conozcan los buenos lugares y los que Slytherin suelen frecuentar, así no se juntan con sangre sucias.

-Ya quisiera yo poder acompañarte, Draquito –murmuró con pesar Astoria agarrando el brazo de Draco –Mis padres deberían hablar con Dumbledore para que rebajen la regla de solo tercer año.

Astoria acompañó a los chicos, hasta el vestíbulo, donde Filch, el conserje, de pie en el lado interior de la puerta, señalaba los nombres en una lista, examinando detenida y recelosamente cada rostro y asegurándose de que nadie saliera sin permiso.

-Es una pena, Tori –dijo Draco algo ausente –pero puedo traer dulces, dime cuáles son tus favoritos y los traeré.

Ella sonríe y le da un beso en la mejilla a Draco bajo la asqueada mirada de su grupo de amigos.

-Los que sean que te gusten, cariño, no tengo un gusto fijo.

-Ya –dijo Draco –¿Pero alguna idea?

Astoria pareció pensarlo unos segundos y luego miró a su novio

-Con tus dulces favoritos me bastan –responde Astoria y sin más se despide con un beso

-Con una novia así de complaciente cualquiera tendría la relación perfecta –comenta Marcus

-Habla por ti Flint –dijo Adrian observando como la novia de Draco se va –Yo quiero a alguien con criterio propio.

-No molesten –dijo Draco con pesadez –Ella tiene criterio propio.

-Claro, Draquito –se burló Pansy y los demás ríen a costas de Draco quien rueda los ojos

Cuando Filch, el conserje, autorizó la salida de los chicos todos escucharon a Hermione y Ron despidiéndose de Harry.

- ¿Te quedas Potter? –gritó Theodore ya fuera de Hogwarts junto a los chicos. –¿No te atreves a cruzarte con los dementores?

-Lo que no quiero es cruzarme con personas desagradables. –se defendió Harry

-Pero si siempre te juntas con la sangre sucia y la chusma de Weasley –refutó Blaise.

-Deberías decirles a tus amigos que se queden aquí contigo para que no te dejen solo y desamparado –dijo Draco

-Eso se lo debería decir a mi hermana.

-Ya –contestó Belladona por primera vez –Pero recuerda que soy una desagradable serpiente, no te conviene juntarte conmigo ya que después te podría asesinar, ¿no? Eso fue lo que dijiste la última vez que quise ser buena hermana.

Ante la respuesta de Belladona, Harry solo se quedó callado y se giró para entrar al castillo

-Sí, eso pensé –dijo Belladona más para sí misma

Los chicos comenzaron a caminar hacia Hogsmeade junto a Marcus y Adrian quienes le hablaban con entusiasmo sobre las tiendas que podrían visitar una vez llegasen. Tras veinte minutos de una caminata agradable bajo la nieve, los chicos por fin llegaron a Hogsmeade. Recorrieron el lugar un poco más para tener un mejor panorama.