CAP. 8 "Un pequeño problema." (Segunda Parte)

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(junio 25, 2020, Mendocino, California, USA.)

(Steve Rogerson Jr./Sheriff de Mendocino.)


Tras la discusión en la cocina y la orden de mi madre, preferí moverme; no tuve que llamar refuerzos pues estaba mi padre; además el Agente Farías había recibido una llamada que no iba a desobedecer. Me pregunto ¿Quién le llamo? Supongo que algún Jefe del FBI.


Pero la pregunta del millón era ¿Quién diablos les había obligado a retirar a sus hombres? No vi a Serena hacer ninguna llamada, pero la perdimos de vista unos minutos, supongo que pudo hacerlo cuando saco a la serpiente.


Veo como los del FBI suben a sus camionetas y el Agente Farías me ve con odio, pero más odio veo en sus ojos al verlo mirar a la casa, Serena sigue dentro. Si las miradas mataran, Serena estaría siendo velada en este momento.


Abrimos el camino hacia la salida de Mendocino que los llevara a los Ángeles, vamos a buen paso, pero como me temía a trescientos metros de los límites del Condado, estaba la guardia de Mendocino, es decir veinticinco chicos de preparatoria y secundaria y dos adultos vigilando la entrada al Condado.


Esto era parte del "árbol de emergencias" del Comité, cielos madre ¿tenías que activarlo? Supongo que sí, si su presidenta vitalicia Serena Maxwell McNamara estaba en problemas, el Comité haría todo lo posible y hasta lo impensable por protegerla; ninguno en Mendocino quería una nueva masacre como la de hace quince años.


Paro mi patrulla mirando a mi padre y le digo

-Hay que controlar a la guardia o habrá problemas, ya sabes que tratándose de Serena nadie tiene límites. - Mi padre me ve y responde

-Ja, me lo dices a mi Junior, ya viví esto ¿Lo olvidaste? Además, tratándose de Serena todos tienen ojos y oídos.


Bajo de la patrulla viendo a los chicos estar en alerta, más cuando vieron la caravana de los Federales detenerse tras mi patrulla.

-Buenas noches jóvenes, ya todo acabo, la Señorita Serena esta en casa a salvo, pueden irse a descansar. - les digo

-Buenas noches Sheriff, no sabíamos que la Señorita Serena estaba ya en casa, pero escuchamos un susurro en el viento, que alguien ofendió a la Señorita y que lo sacaban del condado ¿Quién fue Sheriff? - pregunto uno de los chicos al que reconocí como Brandon Stevens, el hijo del alcalde y capitán del equipo de Futbol Americano de la preparatoria, quien también jugaba Béisbol y practicaba lucha. Cielos los chicos son tiburones y olieron la sangre.

-Chicos, los señores ya se van, recibieron órdenes de retirarse sin dar problemas. - les digo

-Sheriff, puede que sean Federales, pero deberían recibir una lección de buenos modales, a una dama como la Señorita Serena, no se le mira feo, mucho menos se le habla mal, bajo riesgo de ser severamente castigado. - dijo el chico Stevens.


Vaya por Dios, estos chicos estaban enojados en serio, claro como que habían crecido bajo la premisa de "no ofender a Serena Maxwell McNamara, a Dios ni al Comité o se enfrentarían al diablo en persona", es por eso que todos le tienen más miedo a Serena que a mí, el Sheriff o al "Hombre del saco" si se portan mal.

LOS LIOS DE SERENA 4Donde viven las historias. Descúbrelo ahora