CAP. 46 "Una visita ya esperada."

79 10 7
                                    


(agosto 12, 2020, Los Ángeles, California, USA.)

(Serena Maxwell McNamara)


Un nuevo día y mucho trabajo me espera en Maxcorp, hoy papá dijo que vendría a la empresa, por lo que le dije

-Papá, en esta llave están los planos y todos los datos para el Dron de alto rendimiento ¿Podrías ver que los hagan en el polímero y lo tengan listo en los próximos días? – él me ve y asiente, saliendo de la oficina para ir al área de producción.


A eso de las once de la mañana Nancy me dice

-Señorita Maxwell, un extranjero exige verla, dice llamarse Milos Stockov, también dijo que usted debía recibirlo si no quería hacerlo enojar.

-Vaya, así que dijo eso, bueno hazle pasar, veamos qué tan bonito y listillo es. - Nancy me ve y luego a Max que está en el sillón y asiente, para salir y regresar un momento después diciendo

-Señorita Maxwell, el Señor Milos Stockov.- tras lo cual se retiró.

-Buenos días Señor Stockov ¿en qué puedo servirle? - le pregunto

-Usted Señorita, parece una mujer bonita, aceptable diría yo, debería buscarse un marido en lugar de meterse en donde no la llaman, así que, si quiere mantener esa linda cabecita suya en su lugar, rechace la compra de las propiedades de la Baronesa, las cuales la vieja se negó a venderme a pesar de pagar buenos precios. - dijo el hombre acercándose a mi escritorio y apoyándose en el de forma amenazante.


Yo lo observo desde mi asiento con los brazos cruzados, así que antes de responder sonrió y le digo mientras estiro mi mano para tomar un poco de limonada con menta.

-No sé quién es y la verdad es que ni me importa, todo lo que compre de la herencia de la Baronesa me gusta y acrecentara mi acervo, en cuanto a sus palabras, se ve que no sabe quién soy, de lo contrario ni se habría atrevido a lanzar su amenaza; ¿Sabe, yo no respondo bien ante las amenazas? Así que le invito a que se vaya y no moleste, no sea yo quien se moleste.

-Mira niña tonta, me vas a ceder ese contrato de venta y te pagare trescientos millones en lugar de los doscientos cincuenta y cinco que pagaste, no te conviene molestarme. - dijo el hombre frente a mí.

-Vaya, es la según da amenaza, bueno se la dejare pasar con una advertencia, manténgase a más de cien metros de mi persona o le presentare al Diablo en persona; usted no es más que un oligarca Albanes que cree que por intimidar a otros con esos gorilas que trajo por guardaespaldas yo le voy a tener miedo, será mejor que se vaya o hare que mis hombres le acompañen hasta la calle y le prohíban la entrada. - le digo cuando Nancy entra seguida por seis hombres del Capitán Stilgart.

-Te vas a arrepentir muñequita, no tienes lo suficiente para enfrentarme. - dijo el imbécil frente a mí.

- ¿Lo suficiente? No, no lo tengo, tengo diez veces más que eso, pedazo de idiota, mientras te mantengas a cien metros de mi como mínimo, tu linda cara de ogro se mantendrá intacta, de lo contrario te va a doler y mucho. - le digo haciendo una seña, por lo que se escucha a Bruno decir.

-Señor, la reunión termino, usted y sus escoltas deben acompañarnos. - El hombre vio a los guardias, todos ellos imponentes y luego a mi antes de decir.

-Esto no se quedará así ¡TE ARREPENTIRAS! – grito molesto el hombre

- ¿Yo? No lo creo, si me provocas me voy a divertir a lo grande, hace rato que no veo fuegos artificiales. – le digo.


El hombre me observo y sonrió diciendo,

-Claro, no eres más que otra zorrita americana.

-Vaya, creo que estás pensando en otras cosas, pero, en fin, la mente sucia es tuya no mía, ahora largo. - le digo sonriendo


El resto de la tarde estuvo tranquila y por la noche mis amigas, mi padre, Max y yo fuimos a un restaurante cinco estrellas, Papá quería convencerme de hacer una gran fiesta de compromiso, pero él sabía que la decisión estaba tomada, así que tomo la cena como una celebración porque por fin había tomado las riendas del Imperio Maxwell.


Estábamos cenando cuando alguien se acercó a la mesa y se puso a mis espaldas, luego puso su mano en mi cuello diciendo

-Vaya querida Señorita, creo que usted no entendió que debe aceptar mi oferta, aquí está el contrato, el cual vas a firmar o te rompo el cuello aquí frente a estos idiotas. - me volteo poco a poco y veo cómo dos escoltas de Stockov apuntan veladamente armas a las cabezas de Max y mi padre.


Me termino de voltear, negando con la cabeza diciendo

-Quieto Max, esto es asunto mío. - tras lo cual me levanto y enfrento al hombre, es casi tan alto como Max, pero barbado y moreno, se ve sucio y desarreglado.

-Vaya Milos ¿En serio creíste que esto resultaría? Se nota que en verdad no hiciste tu tarea, te avise que no me molestaras, pero no, aquí estas interrumpiendo mi cena con mi familia, mientras me amenazas; te preguntare una cosa ¿Esto te resulta siempre?

-Todos tienen un punto de quiebre preciosa. - dice acercando su sucia cara a mí. Motivo por el que me vuelvo un poco y le digo.

-Señoritas pueden encargarse de las moscas, yo me encargo del moscardón. - y dicho esto, sujeto la mano de Milos que está ahora en mi hombro, mientras Paula y Emma le lanzan los vasos con agua a los escoltas, Brenda y Scarlet se encargan de quitar a papá y a Max del camino.


Es en ese momento que comienzo una pelea de fuerza bruta, me pongo a luchar con los tres hombres, mientras los comensales corren y gritan.


Paula y Emma entran en la pelea dejándome al grandote, el cual recibe todos mis golpes sin poder conectar ninguno y en un rápido movimiento le doy una patada de giro hacia atrás, lanzándolo a unos metros de distancia, para ese momento Paula y Emma ya se habían encargado de los otros dos.


Cuando la policía llego, recabaron testimonios y se llevaron a esos arrestados; vi a Max hacer una llamada, supongo que, a su jefe, ya se encargaran ellos del mafioso albanes. Después de eso nos fuimos a una pizzería a cenar, ya que no habíamos podido cenar a gusto.


Los días pasaban y comenzó septiembre, yo me daba mi tiempo para visitar los talleres, pero ya no me encargaría de ellos, hacerlo era poner en peligro a los niños, pero les visitaría y mis amigas seguirían viniendo.

LOS LIOS DE SERENA 4Donde viven las historias. Descúbrelo ahora