CAPÍTULO 33
Sebastián:
Lanzó la chaqueta de cuero sobre el sofá en un rincón de mi habitación y me dejo caer de espaldas, con pesadez sobre la cama. Miro el reloj de mi muñeca, el cual marca, más de las once de la noche. Dejo salir una exhalación pesada y cansada, antes de quitarme las botas empujándolas con los mismos píes.
Lo que debía ser una noche tranquila, se fue a la mierda, cuando los malditos agentes que teníamos sobornados, para pasar la mercancía sin problemas, nos jodieron y tuvimos que implementar otros métodos, más... drásticos. La mercancía debía llegar si o si, nunca nos hemos atrasado con un encargo desde que estoy al frente de los envíos y está definitivamente no iba a ser la primera vez. Los idiotas tomaron su decisión y si terminaron Nadando con los peces, fue por su propia culpa, nadie intenta sobornar o chantajearme, ese es mi trabajo. Y de no ser por todos los problemas que ha tenido mi familia con la justicia años atrás, no habría demorado tanto tiempo, mientras trataba de cubrir mis huellas, haciendo que todo pareciera un accidente, volando el bote de la guardia costera. Como siempre digo... nada que un poco de c4 no solucione. A fin de cuentas, podrán criticar o no aprobar mis métodos algo... controversiales, pero jamás mis excelentes resultados.
Suspiro y cubro mis ojos con mi brazo. Quería pasar un rato a ver a Issabella, pero probablemente ya esté dormida, aunque...
podría colarme en su habitación y... El sonido de mi teléfono vibrando en el bolsillo, se lleva mi atención y frunzo el ceño cuando veo el número de Iván en la pantalla. Se supone que estaría trabajando con el tío Adriano, hoy llegaba a la ciudad a ocuparse de algunos asuntos del Blood Hell.—¿¡Que!?
—Hola para ti también.—Responde mi primo al otro lado de la línea.
—¿Dónde estas? —Inquiere en un grito por encima de la música que se oye de fondo.
—A diferencia de ti... acabo de llegar de trabajar.
Suelta una carcajada y aparto el teléfono de mi oído, cuando el sonido de fondo se vuelve molesto.
—Bueno bien por ti primo... y aunque que yo no estoy trabajando ahora, al menos, si se dónde está mi mujer. —Responde y automáticamente me enderezo en la cama.
—¿De que carajo estás hablando Iván?
—¿Que? ¿no revisas el puto teléfono? ¡Te envié una fotografía! Issabella está aquí.
Frunzo el ceño cuando suelta las palabras, que me hacen ponerme de pie, y sin cortar la llamada, reviso los mensajes en busca de la dichosa foto que no encuentro por ningún lado hasta que... Mis ojos se abren casi a punto se saltar de mi cara, mientras mis cejas se levantan al cielo, con una mezcla de asombro y confusión, cuando detallo a la chica en la fotografía.
Lleva un vestido negro que... mierda, debería ser ilegal ese vestido. Su cabello rubio está atado en una cola y permanece sentada en la barra junto a la mujer a la que luego de siete meses voy a asesinar, porque estoy seguro de que esto fue idea suya. Aurora le sonríe a Issabella quien mantiene sus labios estirados en una sonrisa que por un momento me idiotiza, ya que pocas veces sonríe como lo hace en la fotografía, de forma que se ve tan... feliz.
—Hola... ¿hola?—La voz de mi primo gritando al otro lado de la línea me vuelve a la realidad y vuelvo a pegar el aparato a la oreja.
—¿Alguien se les acercó?
—¿Estás loco? ¡Claro que no! En cuanto las vi, me asegure de que se sepa que Issabella es tu mujer y Aurora... bueno ella no necesita presentaciones, pero me asegure de que tampoco la molesten.
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La Redención del Mafioso © #3 " Almas Corrompidas"[SIN CORREGIR]
Romance#3 de la serie independiente "Almas corrompidas" (Ambientado Seis años después de Aurora.) Isabella, ha sobrevivido en el infierno. A sido torturada, abusada y violentada de formas indescriptibles desde muy joven. Pero a pesar de todo lo que ha vivi...