CAPÍTULO 3
Issabella:
Siento mi cuerpo ligero, pero muy adolorido, aunque disfruto de la sensación acogedora que me brida la superficie suave sobre la que me encuentro. Alguien acaricia mi mejilla y mi cabello con suavidad y ¿ternura? No se donde estoy. Lo último que recuerdo, es que estaba huyendo hasta que tropecé y caí al lago, cuando vi la silueta de una persona en la penumbra. No recuerdo casi nada y tengo tanto miedo de abrir los ojos y encontrarme nuevamente en aquel lugar que procuro quedarme estoica en mi sitio.
Escucho pasos a mi alrededor y trato de quedarme lo mas quieta posible, para así escuchar si alguien habla y si dan indicio de donde me encuentro o con quien. Una puerta se abre y las pisadas que se aproximan hacen latir mi corazón con violencia hasta que una voz femenina llama mi atención, distrayéndome cuando habla en casi un susurro.
—¿Aún no despierta?—Pregunta la mujer cuando siento sus pasos detenerse a mi lado.
—No.—Responde una voz masculina que no reconozco, pero por alguna extraña razón se que es quien no deja de acariciarme el cabello.
—¿Es normal? ¡Lleva cinco días así! —Habla mientras hace una pausa en el roce de su mano en mi cabello.
—Sus heridas fueron graves, pero despertara. ¡no te preocupes!
¿no te preocupes? No recuerdo la ultima vez que alguien se preocupo por mi.
—Eso espero ¿Iván regreso?
—No, y debo salir por algunas cosas para la chica—Avisa la misteriosa mujer.
—Bien, pídele a uno de los muchachos que te acompañe.
—No es necesario, puedo ir por mi cuenta.
Nadie habla por un momento hasta que la mujer deja salir un suspiro cansado.
—¡Bien! Le pediré a alguien que venga conmigo. Tu ocúpate de cambiar sus vendajes.—Dice y luego escucho el sonido de la puerta cerrarse.
De pronto siento como con lentitud alguien desliza mi ropa hacia arriba, dejando descubierta mi espalda, y una mano se desliza con delicadeza dejando algo frío sobre mis omóplatos. El terror me invade y por reflejo salto de mi sitio, mis músculos parece que se desgarran, pero aun asi me alejo sin importarme el dolor de mi cuerpo. Caigo de lleno al costado de la cama, intentando apartarme lo más que puedo de la persona que me tocaba, pero las piernas me fallan y tengo que arrastrarme, con mi cuerpo tembloroso por el suelo.
—¡Carajo! —Escucho la maldición que sale de la boca del hombre. «Lo hice enfadar, ahora me golpeara, el va a golpearme » Retrocedo aterrada cuando noto que se me acerca, y pese a solo ver sus pies con mi cabeza agachada entre mis rodillas, no me detengo y sigo retrocediendo mientras me arrastro aun más por el piso de madera. Mi cuerpo duele como el infierno, Pero en un intento por hacerme invisible y evitar los golpes, llevo mis piernas a mi pecho abrazándolas mientras me hago un ovillo en un rincón de la habitación.
—Oye tranquila.—Trata de calmarme el extraño.—Todo está bien. No voy a lastimarte —Insiste pero no levanto la mirada. «Todos, siempre dicen eso» No respondo, mantengo mi cabeza escondida entre mis brazos mientras aprieto con fuerza mis piernas, sin dejar de temblar.
—Mírame. —Pide con voz suave —Por favor no te asustes, no voy a hacerte daño.
Niego repetidas veces con la cabeza metida entre mis piernas y la posición en la que me encuentro hace que mi espalda duela mucho.
—Nadie te lastimara, lo prometo. Pero necesito que me mires.
Siento pánico, pero la idea de que se enfade y me haga daño me hace lentamente levantar el rostro hacia el chico frente a mí, que me observa con una mirada apacible. Y por un momento me pierdo en su mirada. Sus ojos son... extraños. Desiguales, mientras uno es de color verde casi azulado, el otro es de un verde más claro, casi como amarillento. No sé quién es, pero luce espeluznante, y peligroso. Intimida, tanto que empiezo a temblar con más agresividad cuando da un paso al frente. Inmediatamente retrocede cuándo ve que yo también lo hago, pese a que ya no hay a donde esconderme.
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La Redención del Mafioso © #3 " Almas Corrompidas"[SIN CORREGIR]
Romance#3 de la serie independiente "Almas corrompidas" (Ambientado Seis años después de Aurora.) Isabella, ha sobrevivido en el infierno. A sido torturada, abusada y violentada de formas indescriptibles desde muy joven. Pero a pesar de todo lo que ha vivi...