CAPÍTULO 74

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CAPÍTULO 74

Sebastián:

Meto mis pies descalzos en la cabina de la ducha y abro el grifo dejando que el agua caliente caiga sobre mi espalda desnuda. Luego de ayudar a Issa a ducharse, la deje dormida en la cama, para que descanse. Mi pequeño sol... y mis dos terremotos.《¡Mierda! Casi no me lo creo.》

Pego la frente y mis manos al mármol de la pared, dejando que el agua se lleve los restos de sangre de mi piel. Y la tensión que aun no deja mis músculos mientas las imágenes se repiten una y otra vez en mi mente. Ella en el suelo... el bastardo luchando por quitarle la ropa...

"—No mires... amor, no veas".

Aprieto fuerte los ojos tratando de apartar los recuerdos.

—Voy a despellejar a ese hijo de puta.—Me repito y la palma de mi mano golpea el mármol de la ducha. Abro los ojos y observo los cortes en mis muñecas, que arden con el contacto del agua, haciéndome suspirar. La carne está cortada y se esta volviendo morada. Supongo que, la tenaza que uso mi padre para quitar los grilletes no fue la mejor elección, pero al menos sirvió para que los pedazos de la jodida cadena dejaran de tintinear como un maldito árbol de navidad.

Medio sonrió cuando siento su frente pegarse contra mi espalda y el calor de sus manos suaves y pequeñas, que se deslizan por mi pecho hasta mi abdomen.

—Deberías estar descansando pequeño sol.—Murmuro sin voltear.

—No quiero descansar... te quiero a ti.—Dice bajando su mano a mi erección.

Me rodea con sus dedos, mientras comienza a masajear mi polla, en un suave balanceo desde arriba hacia abajo, haciendo que gruña cuando su cálida mano comienza a hacer magia con suaves apretones que me sacuden con la necesidad de hundirme dentro de ella como un maldito animal. Las ganas de sentir su cálido coño apretando mi polla me sacan de balance y me hacen voltear de golpe y pegarla contra la pared mientras me apoderó de sus labios. Ella gime y sonríe en mis labios, cuando meto mi mano entre sus piernas y comienzo a masajear su clítoris haciéndola jadear. Su mano vuelve a tomar mi miembro mientras ambos nos masturbamos el uno al otro. Issabella sigue gimiendo y mi nombre sale de sus labios temblorosos, una y otra vez, cuando uno de mis dedos se desliza dentro de su apretado coño.

Su mano hace presión sobre mi dureza haciendo que empuje mis caderas hacia adelante en busca de más, cuando la siento estremecerse y jadear con la inminente llegada de su orgasmo.

—Córrete sobre mis dedos pequeña lujuriosa. —Susurro contra su boca, mientras sigo torturando su punto sensible y empujando mi miembro en su mano, hasta con dos embestidas se corre en mis dedos.

Sonríe sin soltar mi pene y me inclino para besarla pero me sorprendo cuando es ella quien besa mis labios con suavidad haciendo un suave recorrido por mi cuello y bajando por mi pecho sin dejar de masturbarme, hasta que aparta la mano y la veo arrodillarse frente a mí.

¡Carajo! Nunca antes le he pedido a Issabella que lo haga, pero verla así frente a mí y que sea ella quien quiera hacerlo, hace que mi miembro se sacuda. Me tiene a punto de estallar y lo sabe. Puedo verlo en sus ojos y en la sonrisa pícara en su rostro, cuando lo toma con sus dos manos acariciándolo con descaro y sin apartar la mirada de mis ojos, mientras se lo lleva a la boca. Su calidez me rodea y me hace gemir mientras tengo que sujetarme de la pared para no caer de rodillas frente a ella.

Demonios... su boca se siente tan bien, que si me pidiera que me arrodille a sus pies y la venderé por el resto de mis días, lo haría, me sometería a su voluntad eternamente, solo para volver a tenerla así, solo para mi. Su lengua se desliza desde el inicio de mi tronco, recorriendo un tortuoso camino hasta la punta de mi grande, antes de volver a meterla en su boca, arrancándome un jadeo mientras mi mano sujeta ahora su cabello, en tanto mis músculos se tensan tratando de mantenerme en control, para no olvidarme que es mi dulce esposa embarazada quien esta de rodillas frente a mi, saboreando mi polla.

La Redención del Mafioso © #3 " Almas Corrompidas"[SIN CORREGIR]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora