CAPÍTULO 68

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CAPÍTULO 68

Issabella:

Detengo el coche en la entrada del antiguo edificio donde todo comenzó, el portón metálico se abre y suspiro antes de pisar el acelerador y entrar en el garaje. Apago el motor y mantengo mis manos aferradas al volante con fuerza mientras trago el nudo que se forma en mi garganta. Levanto lentamente la mirada y recorro el estacionamiento vacío del viejo hotel. Nada ha cambiado desde la última vez que estuve aquí. Este es uno de los hoteles más viejos de la ciudad, Charly lo usa solo para sus negocios relacionados a las chicas que trafica.

Este fue el primer lugar al que me trajo luego de que mi padre me entregará a el. Y el impacto de volver a verme en este sitio, no ayuda a mis nervios mi a las náuseas que me toman, mientras trato de armarme de valor, y aunque mis manos aun no han dejado de temblar, me obligo a arrastrar mi cuerpo fuera del coche. Pero en cuanto salgo de el, mi estómago da un vuelco y el vomito sube por mi garganta, obligándome apoyar la mano contra la puerta del conductor mientas vacío el poco contenido de mi estómago. Paso el dorso de mi mano por mis labios y gimo con la punzada en medio de mi estómago, respiro profundo y trato de calmar mis nervios. No ayudará en nada perder el control. Ya estoy aquí y nada puede cambiar eso.

Suspiro y tras tomarme unos instantes me dirijo hacia la puerta plateada que da a acceso al interior del hotel. Un hombre alto de cabello largo y rubio choca con mi cuerpo y me sujeta del brazo antes de soltar una maldición. El asentó latino lo delata y cuando sus ojos se encuentran con los míos, soy consciente de que vino por mi. Levanto la mirada hacia la cámara que nos enfoca desde un rincón junto a la puerta y cuando el hombre toma mi brazo y me empuja hacia la puerta no lo detengo.

—!¡Al sótano! —Señala el pasillo y sigo caminando en la dirección que me ha señalado el sujeto alto, sintiendo los pasos acercarse tras mi espalda. Bajamos unas escaleras y luego giramos a la derecha donde atravesamos otra puerta, dirigiéndonos por otras escaleras. El lugar es un basurero y poco a poco la luz comienza a hacerse más tenue al igual que el aire se torna más pesado a medida que sigo descendiendo los escalones con dirección a lo que será mi fin.

—Él jefe esta ansioso por verte, deberías ser agradecida, después de todo, se ha tomado muchas molestias, y solo por una zorra.

Ignoro las palabras cargadas de desprecio que suelta el tipo tras mi espalda. A decir verdad no se sienten nuevas, y no es algo que no haya escuchado antes. Incluso por un momento me veo tentada a preguntar si no se le ocurre algo más original, pero descarto la idea. No puedo darme el lujo de morir antes de que mi hermano logre salir de aquí. Nos detenemos frente a una puerta metálica pintada de color rojo y paso saliva cuando algo en mi interior, me grita que mi peor pesadilla se encuentra detrás de esa puerta, que el demonio en persona espera por mi y que ya no tengo escapatoria.

Porque tal y como lo prometió... el siempre encontrará la manera de atraerme de vuelta, por mucho que luche, nunca podre escapar de él. Fui muy idiota al creer que alguna vez podría hacerlo. Pero no me arrepiento, el tiempo que pase al lado de Sebastián y de su familia, lo valen todo. Fui feliz a su lado y si este será mi fin, lo aceptare. Porque aunque fue por poco tiempo, fui libre y fui feliz. Ame con el alma y alguien me amó de igual manera.

El hombre tras mi espalda vuelve a empujarme y tropiezo con mis pies antes de sujetarme del pomo de la puerta. Vuelvo a pasar saliva, giro la perilla y doy un paso dentro. El espacio es reducido, pero tan pronto como pongo un pie dentro, mis ojos se encuentran con los del chico amarrado con los brazos por encima de su cabeza.

Las lágrimas se acumulan en sus ojos cuando me ve y niega incrédulo con la cabeza. Me apresuró a su lado y pese a que casi no lo conozco puedo decir que el mito de que la sangre llama es real. Porque en cuanto lo veo con el rostro cubierto de sangre y las marcas de azotes en su pecho y espalda desnudos, mi corazón se contrae con dolor, al ver lo que le han hecho solo para llegar a mi.

La Redención del Mafioso © #3 " Almas Corrompidas"[SIN CORREGIR]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora