CAPÍTULO 38
Issabella:
Aparto la mirada cuando las burbujas y la motocicleta terminan por desaparecer bajo el agua.
—Dios... ¿Qué voy a hacer? —murmuro volteándome hacia Aurora que me mira con las cejas alzadas y luego sonríe.
—Solo sonríe... por tu mejor cara de cachorro hambriento y listo. Lo tendrás comiendo de tu mano.—Asegura y Arrugo la nariz mientras la observo, tratando de descifrar si está hablando en serio o no. No lo se.
—¿A ti eso te funciona? —Indago alzando una ceja.
—Siempre. —Afirma orgullosa con una enorme sonrisa, tirando de sus labios y echando el cabello hacia atrás antes de tenderme la mano para que me levante.
Tan pronto como me pongo de pie, pierdo el equilibrio y me aferro al hombro de la persona de pie a mi lado, con la punzada de dolor en mi tobillo derecho, que se extiende por toda mi pierna y se siente, como si me taladraran a través del hueso.
—Lo siento. —Digo soltando el brazo de Logan que mira mi mano alejarse de su brazo, con ambas cejas enarcadas.—Creo que mi pie no está bien. —Me quejo cuando lo apoyo y no puedo sostener mi propio peso.
—¡Déjame ver!
Aurora se acuclilla frente a mí y lleva su mano a mi tobillo, rodeándolo con sus dedos, tan solo una leve presión me hace soltar un grito y volver a tomar el brazo de Logan que permanece de pie a nuestro lado sin moverse.
—¡Dios! ¡Eso duele! —Me quejo levantando el pie en el aire, apartándolo para que ya no lo toque.
—Tendremos que cargarte hasta la casa.—Sugiere la chica que aparta la mirada gris de mi tobillo, poniéndose de pie. Y paso saliva cuando desvía la mirada a Logan, que no se mueve, pese a que estoy muy segura de que capto la indirecta.
—No... no será necesario puedo llegar con un solo pie. —Aseguro tratando de sonreír.
Intento brincar hacia adelante, en dirección a la casa, pero fallo y mis rodillas se afloja llevándome al piso, Logan logra sujetarme y Aurora hace lo mismo tomándome de mi otro brazo, para que no toque el suelo.
—¡No seas tan terca Issabella! Será un momento, Logan puede cargarte.
Mi mirada se encuentra con la del chico que no se mueve esperando mi aprobación, lo cual me sorprende ya que he notado que de un tiempo para acá me observa de forma diferente. Mantiene su distancia y evita tocarme o acercarse cuando estoy sola. No digo que me moleste, a decir verdad, lo aprecio, pero si me sorprende el cambio de actitud, el cual me hace pensar que sabe sobre mi pasado. Le doy una mirada nerviosa y tras soltar un suspiro cargado, me acerco a él, sus ojos se fijan en los míos y sin saber el motivo un sonrojo pone mis mejillas a arder, obligándome a apartar la mirada un momento y aclarar mi garganta antes de volver a mirarlo.
—Lo siento, sé que esto no te agrada, pero será solo un momento, Aurora no puede cargarte.
Lo miro cuando habla sin entender porque se está excusándose como si él me hubiese empujado adrede de la motocicleta, para que me lastimase y después poder cargarme. Sus ojos se clavan en los míos y paso saliva antes de asentir, dándole el permiso que sé que espera para acercarse. Cierro los ojos cuando siento su brazo tomarme por detrás de las rodillas y la espalda, levantándome en sus brazos y acomodándome contra su pecho.
Mi brazo está apoyado sobre su hombro y vuelvo a pasar saliva, cuando mi cuerpo se tensa por la forma en que mi corazón golpea con fuerza. Siento que mi rostro esta demasiado cerca del suyo y no creo recordar la última vez que estuve tan cerca de un hombre que no sea Sebastián. El miedo vuelve y sin poder explicarlo un escalofrío me recorre y el me mira, sus ojos brillan con la mirada extraña que me da, y deseando terminar con el incómodo momento vuelvo a asentir para que comience a caminar.
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La Redención del Mafioso © #3 " Almas Corrompidas"[SIN CORREGIR]
Romance#3 de la serie independiente "Almas corrompidas" (Ambientado Seis años después de Aurora.) Isabella, ha sobrevivido en el infierno. A sido torturada, abusada y violentada de formas indescriptibles desde muy joven. Pero a pesar de todo lo que ha vivi...