CAPÍTULO 73

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CAPÍTULO 73

Issabella:

Suspiro mientras acaricio mi abdomen con suavidad, repasando en mi mente las palabras de la doctora. 《Embarazada》 Voy a ser mamá, voy a tener dos bebés con el hombre que más amo en la vida y dios. La felicidad que siento en este momento no me cabe en el pecho.

Recuesto mi cabeza sobre el pecho de Sebastián, mientras me rodea con sus brazos, haciéndome sentir intocable. Y de cierta forma lo soy, porque hoy más que nunca me ha demostrado que es capaz de todo por mi y que jamás permitirá que nada pueda dañarme, ni a mi, ni a nuestros hijos. Desde que desperté, no se ha apartado de mi, ni un solo segundo, y debo admitir que me siento mucho más tranquila al tenerlo cerca, pero pese a que me gusta sentir su cercanía, lo siento tenso y ansioso.

Sonrió cuando siento una de sus manos deslizarse por debajo de la tela de mi blusa y acariciar con suavidad mi abdomen. Besa la parte superior de mi cabeza y su cálido aliento golpea contra mi cabello cuando suspira, aferrando su otro brazo que me rodea apretando mi espalda contra su pecho.

—¿Todo está bien?—Pregunto rompiendo el silencio sepulcral que envuelve toda la habitación.

—Lo estará, solo debo ocuparme de algo primero. —Responde y creo saber a que se refiere.

Escuche al señor Cassiano hablando con Sebastián en la puerta de la habitación, cuando le dijo que tenia a Charly en una bodega cerca de las pistas de carreras. No se como sentirme al respecto, ni en que me convierte el hecho de no poder sentir compasión por lo que sea que vaya a pasar con el. Pero sea lo que sea que le ocurra, al igual que mi padre, se lo ha ganado. La justicia es un termino que no aplica aquí. No para alguien con sus contactos y su poder, por lo tanto solo queda la venganza. El no es una buena persona y a dañado a muchas chicas inocentes, no sólo a mi.

Por otro lado, también conozco al hombre que me rodea de forma protectora con sus brazos, y se que nunca le perdonara la vida luego de lo que hizo. Sebastián no es el tipo de hombre que pueda sentir compasión por alguien como Charly, por el contrario, probablemente disfrutará demasiado lo que le hará. Y aunque vi de lo que es capaz, cuando lo arrastran al limite de su cordura... No me importa. El es el hombre que amo, es la única persona que me ha demostrado piedad y compasión. El único que me ha protegido con su vida en todo momento y el padre de mis hijos. Si voy a ir al infierno, por permitir que mate a Charly o a quien sea que se interponga en nuestra felicidad y que amenace la vida y seguridad de nuestros hijos, arderé dichosa en las llamas del infierno.

—No es necesario que me ocultes nada. Se que no será agradable, pero... quiero estar allí, quiero verlo... quiero asegurarme de que jamás podrá dañarme otra vez. —Confieso al fin lo que tengo atorado.

《Y... he de admitir que se siente como si me hubiese quitado un gran peso de encima.》

Los músculos de Sebastián se vuelven tensos y lo escucho soltar el aire antes de que vuelva a besar mi cabeza y se aparte, poniéndose de pie.

—Issabella... el morirá. Si. Pero no será rápido, no quiero que me veas cuando...

—Nada hará que deje de amarte como lo hago. Nunca dejare de hacerlo. Hagas lo que hagas, ante mis ojos siempre serás tú. —Lo interrumpo sujetando su rostro con mis manos, para que me mire a los ojos.

Se muy bien, que su mayor temor es que yo le tema, pero jamás pasará. Nada puede hacer que deje de amarlo o que mis ojos dejen de verlo como el amor de mi vida.

—¡Dios! Sole mio. No me pidas eso.—dice tomando distancia—Soy un jodido asesino, un monstruo. Aun no entiendo como puedes querer ver mas de eso. Como... ¿Cómo puedes no temerme? Después de lo que has visto...

La Redención del Mafioso © #3 " Almas Corrompidas"[SIN CORREGIR]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora