CAPÍTULO 64
Sebastián:
Tan pronto salgo del coche y me acerco a ella siento la tensión en su cuerpo, Issabella recorre el lugar con la mirada desconfiada, la cual solo se suaviza un poco, cuando tomo su mano y sus ojos al fin se encuentran con los míos.
—¿Nerviosa?—Pregunto y mueve la cabeza afirmando con lentitud.
—Es extraño... tu nunca has querido que conozca a nadie, a excepción de tu familia. —Responde dándole una ojeada al yate, frente a nosotros.
—Querer... en esta oportunidad no creo que sea la palabra adecuada, no me entusiasma más que a ti la idea, créeme. —Digo y me observa con el ceño fruncido.
—¿Entonces porque...
—Porque es tu derecho Sole mio.
—¿Mi derecho? ¿De qué estás hablando?
Suspiro y me volteo hacia ella, enmarcando su fino y delicado rostro, entre las enormes y curtidas palmas de mis manos. Es casi una blasfemia que se me permita tocar tanta perfección, con las mismas manos que he desgarrado la garganta de mis enemigos.
—¿Confías en mi?—Pregunto acariciando su mejilla con mi pulgar, mientras asiente sin dudar.
—No confió en nadie más. —Responde con seguridad y una sonrisa de lado se forma en mis labios, antes de dejar un beso corto sobre sus labios y tomar su mano guiándola al interior del yate.
Las tenues luces del atardecer son reemplazadas por la oscuridad de la noche, que se ilumina por la artificial luz de las farolas sobre nuestras cabezas una vez entramos al comedor. El hombre con la chaqueta de cuero, sentado en la mesa al otro lado de la habitación, se pone de pie y se acerca dando zancadas cuando nos ve llegar. La mano de Issabella presiona la mía, y la veo retroceder un paso cuando sus ojos se encuentran con los de Nicholas, que parece consternado y casi dolido con su reacción. No se que mierda esperaba, después de que la secuestrara. Pesaba ¿que? ¿Qué ella brincara de emoción al verlo?
—Hola.
Saluda levantando su mano hacia la chica a mi lado que me mira con la confusión brillando en sus ojos, mientras se mantiene un paso atrás, cautelosa.《¿Hola?¿ Enserio?》La mirada de Nicholas viaja de ella hacia mí y alzo una ceja observándolo de pies a cabeza antes de suspirar y sin soltar la mano de Issabella, girarme hacia ella.
—Tranquila. No te hará daño, le rebanaría el cuello antes de que si quiera pudiese pensar en tocarte un cabello. —La tranquilizo.
—¡No vine aquí a escuchar tus amenazas! ¡Estoy aquí por ella!—Se queja el tras mi espalda.
Volteo y con una sonrisa de lado, enarco una de mis cejas.
—No era una amenaza... es una promesa. —Digo mirándolo directamente a los ojos antes de extender mi mano señalando la mesa para que nos sentemos. El me fulmina con la mirada, pero tras darle una ojeada rápida a Issabella que aún se aferra a mi mano, se voltea con un sonoro suspiro, mientras los tres tomamos asiento. La tensión en el ambiente es palpable a kilómetros. Issabella se ve jodidamente nerviosa y confundida, mientras le lanza miradas dubitativa a Nicholas que no quita sus ojos de ella.
—Issabella... siento mucho lo que paso. Pero por favor, me duele ver el temor con el que me observas. —Rompe el silencio su hermano.
—No temo, se que Sebastián no dejará que me lastimes. Pero no entiendo cual es el propósito de esta reunión.—Responde ella con nerviosismo y aunque mi pecho se hincha con sus palabras, desvió la mirada hacia Nicholas, dándole un asentimiento para que termine con el calvario de Issabella. El la observa con una mirada cálida, y suspira, casi dolido por sus palabras.
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La Redención del Mafioso © #3 " Almas Corrompidas"[SIN CORREGIR]
Romance#3 de la serie independiente "Almas corrompidas" (Ambientado Seis años después de Aurora.) Isabella, ha sobrevivido en el infierno. A sido torturada, abusada y violentada de formas indescriptibles desde muy joven. Pero a pesar de todo lo que ha vivi...