La Redención del Mafioso © #3 " Almas Corrompidas"[SIN CORREGIR]

CAPITULO 9

CAPÍTULO 9 

Sebastián:

Sonrió mientras observo a Issabella sentada en el césped, con la cabeza de Ares apoyada sobre su regazo. Ella lleva un vestido lila abotonado al frente y su cabello está recogido en un moño desordenado, del que se le escapan algunos cabellos rebeldes. Se ve hermosa y sobre todo tranquila. Aun recuerdo la imagen de ella desnuda frente a mí, dispuesta a... ¡ ¡Jesús! Me tomó todo el puto autocontrol del mundo, resistirme cuando sus dedos rozaron mi piel. Pero jamás la tocaría, no así. No cuando esta tan... rota y vulnerable. Y aunque ahora se ve mejor, hay cosas que aún no han cambiado, se que ella necesita tiempo para asimilar muchas cosas, y este no es el momento para confundirla con presiones. He esperado tanto por ella, que ahora la idea de perderla me atormenta, y si antes estaba dispuesto a esperarla, después de saber por todo lo que ha pasado... darle tiempo de sanar no me importa. Puedo seguir esperando hasta el fin de mis días por ella, si es necesario, para que este bien.

Issabella le sonríe al perro que parece otra vez un cachorro, mientras juega con la pelota que le lanza. Las cosas este último mes han estado mejor para ella, sus heridas son solo un mal recuerdo, al igual que los moretones de los que ya no quedan rastro. Ha subido de peso y se ve saludable. Solo me gustaría poder borrar las heridas de su alma, como se han borrado las de su piel. Pero sé que eso no será sencillo y necesitará mucho tiempo para sanar. Aun despierta en medio de la madrugada llorando y gritando aterrada y en ocasiones la descubro sentada al lado de la puerta de mi habitación cuando surge algo en el trabajo y no llegó a la hora que prometí hacerlo.

Este último tiempo he estado investigando y tratando de dar con el paradero de los malditos que la lastimaron. Y gracias a mi contacto en la policía he logrado descubrir donde se encuentra la obra en construcción de la que me hablo Issabella. Se trata de la construcción de un centro vacacional, patrocinado por una importante empresa internacional que se dedica al turismo. Muy conveniente de su parte diría yo. Pero lo verdaderamente conveniente de todo esto es que la construcción está a tan solo cuarenta minutos en coche de aquí.

Llevo la botella de cerveza a mi boca mientras permanezco recostado en el umbral de la puerta con las piernas cruzadas por los tobillos observando las rosas en el jardín, algo se ve diferente, hay algo que lo hace lucir más... colorido y estoy perfectamente seguro que se trata de la chica que juega con el perro a pocos metros de mí. Verla me relaja y a decir verdad no me agrada perderla de vista por mucho tiempo, aunque sé que aquí está a salvo, aun se altera cuando extraños se le acercan y por eso he ordenado a mis hombres que se mantengan alejados de este lado del jardín en las horas de la tarde para que ella pueda disfrutar de las flores y el sol con tranquilidad. Elevo la mirada al cielo y suspiro disfrutando el cálido sol que calienta mi rostro, todo se siente más cálido ahora.

El sonido de un motor me obliga a enderezar la espalda y moverme en dirección al jeep negro que acaba de detenerse frente a la entrada, Matt apaga el motor y baja seguido de Logan que desvía por un momento la mirada hacia la chica que permanece distraída sentada tomando el sol.

—¿Qué hay hermano? —Me abraza Matt y correspondo palmeando su hombro.

—¿Qué tal Italia?—Pregunto y se encoje de hombros.

—Normal, ya sabes... aún sigue siendo un dolor en el culo. —Se queja.

《Hay cosas que nunca cambiaran》

—¡Y el dijo que le debes una! —Habla Matt extendiéndome la carpeta que le arrebato de las manos, en cuanto aparece en mi campo de visión.

—Carlos Sandoval... Alias Charly... —Habla Logan por primera vez desde que llego.