CAPÍTULO 67
Issabella:
Termino de vaciar el contenido de mi estómago por cuarta vez en lo que va del día, apoyo las palmas de mis manos sobre el mármol del lavabo antes de lavarme la boca y los dientes. Los nervios no me dejan desde esta tarde cuando recibí la llamada de Charly y mi estomago es quien esta pagando el precio. No quiero alejarme de Sebastián. Lo amo, lo amo con toda mi alma, y se que el a mi también. Por ese motivo es que estoy segura de que si le digo la verdad, no me dejara marchar. El jamás permitirá que me arriesgue o me ponga en peligro por salvar la vida de otra persona, ni siquiera la de mi hermano o dado el caso, la suya propia. Suspiro de pie frente al espejo y aparto una lágrima que rueda por mi mejilla. Recorro mi cuerpo, escudriñando el atuendo que llevo puesto.
El babydoll blanco se ajusta a mi busto por una pequeña cinta de seda roja. La tela del encaje semi transparente cae a ambos lados de mi cintura hasta mis caderas dejando ver mi abdomen plano y la fina tela de las bragas color perla, que llevo puestas. Si esta va a ser mi última noche con el... quiero que el recuerdo permanezca en mi mente y en la suya hasta que llegue el día en que ya no tenga fuerzas para recordar nada más.
Salgo del baño y cuando pongo un pie dentro de la habitación lo veo. Esta de espaldas a mi, observando el jardín con el hombro recostado en el marco de la ventana. Aún lleva puesta la camisa azul marino y sus pantalones negros de vestir. No me canso de decir que este hombre es la encarnación de la perfección hecho persona.
—Parece que un diluvio caerá sobre nosotros, me alegro de que... —Sus palabras quedan a medias cuando se voltea y sus ojos se encuentran con los míos.
Lentamente su mirada comienza a recorrer mi cuerpo. Sus ojos se vuelven más oscuros y su mirada se ensombrece cuando posa sus ojos sobre la abertura de la tela, que deja ver mi abdomen. Sonrió y sin quitarle los ojos de encima, comienzo a caminar hacia el.
Como la gravedad... su cuerpo reacciona moviéndose hacia el mio, a medida que también avanzo hacia el. Mi cuerpo choca con el suyo y con desespero atrapo sus labios, besándolo como nunca antes lo había hecho. Sus manos acarician la piel de mi cintura y se deslizan hasta debajo de mis muslos, alzándome y haciendo que mis piernas lo rodeen.
—Estas temblando. —Susurra sobre mis labios y asiento lento antes de volver a besarlo.
—Lo sé—. Murmuro en medio de besos.
Su ceño se junta, pero no pregunta más. Sólo sigue correspondiendo a mi beso, mientras nos lleva hacia la cama. Mis manos recorren su pecho y poco a poco comienzo a desabotonar su camisa, deslizando mis dedos por su piel. El me deja sobre la cama y se quita el pantalón junto con la ropa interior, al igual que la camisa a medio desabrochar. Su dureza se alza frente a mí, cuando se acerca y rápidamente su cuerpo se cierne sobre el mio. Vuelve a atrapar mis labios con los suyos, pegando mi espalda contra el colchón y separo mis rodillas dejando se que acomode en medio.
Mis piernas le rodean la cintura, y el se restriega contra mi sexo, dejándome sentir lo dura que esta su polla. Jadeo cuando comienza a besar mi cuello y muerde la piel sensible bajo mi oreja. Levanto mi pelvis invitándolo a entrar en mi y gruñe contra mi oído antes de deslizar su mano por mi muslo, en un recorrido lento hasta alcanzar el elástico de mis bragas que están empapadas y arrancarlas de un tirón, robándome un jadeo. Mi cuerpo sigue temblando mientras me aferro con las uñas a su espalda, en el momento en que me penetra de una sola estocada. Gimo y arqueo mi espalda sintiéndome completamente llena. Sus caderas se balancean mientras me embiste una y otra vez con lentitud. Sus manos atrapan las mías sobre mi cabeza, y entrelaza nuestros dedos mientras me besa sin dejar de embestirme con dureza y ternura a la vez, haciendo que mi cuerpo tiemble.
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La Redención del Mafioso © #3 " Almas Corrompidas"[SIN CORREGIR]
Romansa#3 de la serie independiente "Almas corrompidas" (Ambientado Seis años después de Aurora.) Isabella, ha sobrevivido en el infierno. A sido torturada, abusada y violentada de formas indescriptibles desde muy joven. Pero a pesar de todo lo que ha vivi...