CAPÍTULO 66

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CAPÍTULO 66

Issabella:

Miro nuevamente la pantalla de mi celular y suspiro cansada antes de deslizar mi dedo por el botón rojo.

Han pasado tres semanas desde que me enteré de la existencia de Nicholas. De que tengo un... hermano. ¡Dios! La palabra suena surrealista. Pero más surrealista aún, es el hecho de que no ha dejado de enviar flores y obsequios para mí, desde que nos vimos por última vez en el yate. Tampoco a dejado de llamarme y de enviarme mensajes. Se que probablemente me estoy comportando como una perra, y debo admitir que su insistencia para que acepte salir y conocernos más me resulta algo... dulce. Pero la realidad es que no rechazo su cercanía solo por el hecho de que no confíe en el por haberme secuestrado. Si no, porque aun cuando demuestra genuino interés en conocerme, temo dejarlo entrar en mi vida.

Siento mucho temor, porque pese a que sus intenciones parecen ser buenas, y el parece ser una buena persona, mi padre también parecía serlo, siempre fue un hombre amable, cariñoso y también se preocupaba por mi cuando era pequeña, hasta que un día se volvió loco y todo cambió. ¿Quién puede darme la seguridad de que Nicholas no será igual que el? ¿Qué un día despertará y decidirá que soy un estorbo y que debe acabar conmigo? No puedo arriesgarme a pasar por algo así, no otra vez.

—¿No se rinde verdad?—Murmura Aurora observando el teléfono en mi mano que vuelve a sonar.

—No. —Susurro mirando la pantalla y volviendo a deslizar el dedo por el botón rojo.

—Issa... quizás deberías darle una oportunidad. Al menos no se... conversa con el un rato.

—No quiero salir con un extraño. —Respondo.

—Entonces no lo hagas. Puedes invitarlo aquí—Propone—Sabes que este lugar es como una fortaleza y te sentirás más cómoda en un terreno que conoces, tendrás toda la ventaja y si te incomoda de alguna forma, lo echaremos a patadas.

Tuerzo los labios analizando lo que propone. No es tan descabellada la idea, quizás así se de por vencido y deje de insistir.

—¿Enserio crees que debería darle una oportunidad?—Pregunto guiando la mirada a las flores del jardín.

—Si fuera mi hermano... yo querría conocerlo. —Responde Aurora.

—Eso no es muy imparcial de tu parte, tu adoras a Sebastián. —La acuso y se ríe alzando las manos.

—¡Bien! Es verdad, quizás mi visión está algo nublada por el amor que le tengo a esa pequeña mierda, pero... eso no quiere decir que no sea sincera. El chico ha insistido mucho y te ha buscado por cielo, mar y tierra. Además de enfrentarse a Sebas por ti. Créeme no todos tienen los huevos de interponerse en el camino de mi hermano.

Suspiro y bajo la mirada al teléfono en mi mano, que al fin a dejado de sonar. Aurora tiene un punto, ¿Quién en su sano juicio intentaría enfrentarse a Sebastián? ¿Y solo por mi? Solo un demente.

***

Sujeto la mano de Sebastián mientras caminamos por el parque, Ares va pasos delante de nosotros sujetando un palo en el hocico. Los árboles nos rodean, y el sol brilla en lo alto. El hombre a mi lado lleva gafas de sol, una camisa azul marino arremangada hasta los codos, dejando ver la tinta de sus tatuajes. Y cuando desvió la mirada a nuestros dedos entrelazados se me escapa una sonrisa, al detallar la alianza que rodea su dedo. 《Marido y mujer》 Sonrió de lado recordando el mágico momento de nuestra boda en la playa, y lo perfecto que fue todo. El aroma a comida se cuela por mis fosas nasales y me detengo en mi sitió escaneando la zona con la mirada, cuando mi estómago comienza a gruñir con el fuerte olor a carne frita que llega desde algún lugar.

La Redención del Mafioso © #3 " Almas Corrompidas"[SIN CORREGIR]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora