CAPÍTULO 46
Issabella:
El coche del esposo de Aurora se detiene frente a la entrada principal de la mansión, pero no me muevo, mis ojos permanecen fijos en la ventana hasta que alguien toca mi brazo con suavidad y levanto la cabeza encontrándome con la mirada preocupada de Aurora, que sostiene la puerta abierta y me extiende su mano para que salga. Obedezco y salgo del coche, rodeando mis brazos con mis manos para contener los temblores que no han cesado desde que me enfrente a uno de los demonios que más me ha atormentado en la vida.
Camino sin voltear hacia la entrada de la casa, pero nuevamente la chica a mi lado me detiene sujetando mi brazo y girándome hacia ella.
—Issa...—Me llama buscando mis ojos y levanto la mirada.
—Todo estará bien —Frota mi brazo y me sonríe con amabilidad y tras mirarla un instante asiento.
—¿Puedo marcharme? Me gustaría dormir un rato. —Hablo casi en un susurro y ella y su esposo comparten una mirada rápida.
—¿Quieres que te haga compañía? Puedo quedarme contigo y...
—Te lo agradezco, pero, estoy bien, no te preocupes. Solo debo descansar y probablemente me quede dormida tan pronto mi cabeza toque la almohada. —Trato de sonar convencida y le sonrió, para que no se preocupe. Ella duda un instante hasta que sus hombros caen y suspira.
—Bien... pero no dudes en buscarme si necesitas algo, no estás sola Issabella, nosotros somos tu familia y en nuestra familia siempre nos apoyamos los unos a los otros.
Paso saliva y asiento apartando la mirada cuando las lágrimas se acumulan en mis ojos y tras una sonrisa y un agradecimiento me marchó a la habitación, sintiendo el peso de las miradas preocupadas de las personas tras mi espalda. Subo con pesadez los escalones con dirección al pasillo que da a las habitaciones, los cuadros con fotografías, en la pared a mi derecha hacen que mis pasos sean más lentos cuando los observo a medida que suben los escalones, son varias fotografías de Aurora y Sebastián de pequeños, algunas con su padre, otras con su madre y otras los cuatro juntos, hay fotografías donde aparece Aurora de más grande junto a una motocicleta y lo que parece ser un perro enorme.
También están otros miembros de la familia los cuales solo conozco de nombre.
《Familia...》
Sonrió cuando mis dedos recorren la fotografía del chico que esta recostado contra la motocicleta negra y gris, en lo que parece un puente, lleva una chaqueta de cuero y Ares está sentado a su lado, mientras el fuma un cigarrillo con la mirada puesta sobre en el cielo, parece bastante reciente, aunque su cabello en la imagen, esta algo mas largo que ahora. La quito de la pared y para observarla mejor y siento como mi garganta quema. Necesito a Sebastián, quisiera tanto que el estuviera aquí, cuando el está nada me asusta, nada puede herirme, ni siquiera mis propios pensamientos. Y en este momento no puedo pensar en otra cosa que no sea en el abrazándome.
Sigo avanzando mientras mis manos sujetan la fotografía, a la que me aferro con todas mis fuerzas. Una vez llego a la habitación de Sebastián, cierro la puerta tras mi espalda y me recuesto contra la madera, dejando salir un largo y pesado suspiro que logra contener el llanto. Sin molestarme en ducharme o quitarme la ropa salpicada de la sangre de mi padre, me meto en la cama, y pego la espalda al respaldo mientras llevo mis rodillas contra el pecho y abrazo mis rodillas con fuerza.
La fotografía de Sebastián ahora está apoyada sobre su almohada y apoyo mi cabeza contra mis piernas observándola. Las lágrimas ya no puedo contenerla más así que, me permito llorar, el llanto no demora en tomarme y pronto estoy sollozando como una niña pequeña. Vuelvo a ser esa pequeña que solo quería que su mamá la abrazara cuando estaba herida o asustada.
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La Redención del Mafioso © #3 " Almas Corrompidas"[SIN CORREGIR]
Romance#3 de la serie independiente "Almas corrompidas" (Ambientado Seis años después de Aurora.) Isabella, ha sobrevivido en el infierno. A sido torturada, abusada y violentada de formas indescriptibles desde muy joven. Pero a pesar de todo lo que ha vivi...