― ¡Liam!―gritó Louis, tocando insistentemente la puerta.
Louis estaba histérico. Había corrido un par de kilómetros hasta la casa de Payne, no sentía las piernas por el esfuerzo que hizo, y para acabar, Max se encontraba igual de derrotado que él.
No le importó el toque de queda ni la presencia de la policía en las cercanías de la casa de Liam. Lo que más le interesaba en ese momento era estar junto a la única persona que conocía hasta el momento y que podía proporcionarle protección. Ni siquiera consideró que, en poco tiempo, tendrían que volver al trabajo y que, seguramente, su compañero ya estaría durmiendo.
Y es que, después de haber visto a aquel hombre, Max se encontró más inquieto que al principio y Louis no entendía por qué, si tan solo ambos veían lo mismo. Sin embargo, ante el chillido de algo, que ni él identificaba, su mascota se alteró aún más. El cocker tiraba de la correa, deseando huir por el viento que comenzó a azotar, volviéndose ventisca y arrojando tierra contra ellos, sacudiendo las puertas de su hogar; hasta la luz del poste parpadeó por unos instantes.
Por culpa de la tierra que se le metía entre las pestañas, Louis tuvo que apretar uno de sus ojos para tratar de apreciar mejor a esa figura en la oscuridad. De primeras, no le atemorizó, pero cuando creyó que Max se le iría de las manos, se distrajo con él y, cuando volvió a mirar, ese hombre de cabellos rizados había desaparecido, sin más, como si nunca hubiera estado allí.
Ni siquiera fue un parpadeo y ese hombre ya se había marchado. Incluso con su partida, así como llegó, el viento también desapareció, creándose un ambiente pesado y tenso, sofocante contra la sensación que inundó el porche y aprisionaba la respiración de Louis, generandole un nudo en su estómago. No temía, aunque si le preocupaban los nervios de Max, quien ya estaba rejego a continuar con él ahí.
Louis miró a ambos lados en su punto, buscando una explicación a lo que sucedió. Trataba de distinguir entre la oscuridad algún rastro de ese tipo, pero desde el porche no alcanzaba a ver pisadas en el suelo lodoso que iba desde el poste de luz hasta el bosque. Decidió entonces que sería una buena idea acercarse a investigar, llevándose de paso en contra de su voluntad a Max.
Se acercó receloso; lo único que escuchaba eran sus pisadas deslizándose en el lodo y los gruñidos de su perro echandose para atrás, peleando por no acercarse a donde su amo lo llevaba. Al llegar, Louis se dio cuenta de que no había ni una sola huella marcada en ese fango.
No lo creía posible, era anormal aquello, y si aquel hombre hubiese corrido, Louis se habría percatado; pudo dejar algún indicio de a dónde se marchó, pero no. Estaba la posibilidad del bosque, pero viendo la distancia, un segundo no bastaba para correr hasta allá.
Louis intentaba conectar los hilos de lo qué acababa de suceder; pensaba que el alcohol todavía en su sistema le estaba jugando chueco. Se decía que quizás lo que vio no era nada más que un espejismo, una tontería por todo el Whisky que se bebió. Sin embargo, la única realidad que sí se encontraba ahí, era el ambiente asfixiante que aprisionaba sus nervios en esa madrugada.
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Sangre Real |Larry Stylinson|
FanfictionEn las sombras de una ciudad sumida en el misterio, dos destinos colisionan. Harry Styles, heredero de una antigua mafia de vampiros, gobierna junto a su familia un mundo oculto de sangre y traición. Pero el imperio Styles se tambalea cuando Louis T...