Marzo fue horrible en términos que Louis no podía describir. La peor época del año y abril ya se acercaba. Aunque no sintiera las temperaturas tras haberse fundido con el colchón, afuera ya hacía calor y él continuaba bajo las sábanas de su triste cama como lo hizo cada día desde que se marchó. Era una pena, y por más veces que Juliet o Liam se acercarán para intentar sacarlo, resultaba imposible.
¿Quién le diría que vivir lejos de su prometido era lo más pesado que le habría tocado superar luego de la muerte de su madre?
Un mes había pasado desde la última vez que besó y abrazó a Harry y apenas hacía unas horas que hablaron por teléfono. Todo se redujo a eso, llamadas y regalos que le mandaba, pero nada llenaba el vacío y para ese punto, la recamara estaba llena de rosas marchitas con telarañas que a Juliet le quedaba por tirar. Chocolates que Liam debía refrigerar y ropa que debían almacenar. En ese momento Louis solo era un trapo viejo que no quería ser visto por nadie. Ni por el sol.
No poseía fuerza ni voluntad para salir de la cama. En esas semanas debieron obligarlo a bañarse e incluso a comer porque se negaba con la excusa de que no tenía hambre. Esta situación mantenía a Juliet preocupada cada día y con cada kilo que notaba bajaba, hacía que se comiera las uñas de los nervios.
Siendo así que hasta que su piel empezó a tornarse pálida, apartada de la ligereza de su subtono y sus manos se volvían rojizas, Juliet no tuvo más opción que llamar a Troy en un intento de que lo ayudará. Se suponía que no debía por indicaciones de Harry para que no lograran ubicar a Louis, pero no les importó después de que este accediera por su salud. Al final, ninguno quería que se diera por vencido.
Porque para allá iba.
Quizás no era para tanto, a lo que imaginó Troy. No se explicaba cómo es que el amor lo cambió tanto, porque pese a haber sufrido la muerte de su madre y tantas veces ignoró sus intentos de suicidio; verlo hundirse en su mugre por un hombre y no destruír todo como lo hizo con Mark, era curioso. Solo, existía.
Louis estaba envuelto en sus sábanas de hace semanas que se negaba a cambiar. Abrazado a su almohada y a la fina posibilidad de que quizás Harry no volvería y que seguro ahora ese sería su destino. Era jodido, pero no más de lo que Troy lo pensaba, porque claro, siempre desacreditaban sus emociones.
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Sangre Real |Larry Stylinson|
FanfictionEn las sombras de una ciudad sumida en el misterio, dos destinos colisionan. Harry Styles, heredero de una antigua mafia de vampiros, gobierna junto a su familia un mundo oculto de sangre y traición. Pero el imperio Styles se tambalea cuando Louis T...