Extra final: Vampiro mío

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Nightshade, 25 de julio, 2022

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Nightshade, 25 de julio, 2022.

―¡Papá, papá!―gritó Jonathan, lanzando el auto de juguete contra el suelo para después tirarse a berrear.

El pequeño de cinco años exigía plena atención de su padre Louis, pero como estaba cambiando a su hermana Eloisa de cinco meses, apenas podía verlo.

―Mi amor, por favor, dame cinco minutos, te juro que acabando estoy contigo―le suplicó, pero el niño lloró aún más fuerte.

―¡Quiero salir ya! ¡Quiero ir con mi abuela!

―Jonathan, por favor―insistió Louis con un tono más firme, pero su hijo siguió pataleando.

El pequeño Jonathan llevaba más de media hora exigiendo que su padre lo llevará a jugar con su abuela, aprovechando que sus padres acababan de volver de Egipto por sus cuarenta y dos años de casados. Se suponía que volviendo Harry de su trabajo en Londres los visitarían. Sin embargo, hacía una hora que le informó que había un tráfico horrible, así que se demoraría.

Fácil podría ir solo junto a sus hijos. Se iba en su camioneta y en cinco minutos estaba ahí. No obstante, el problema radicaba en que... no podía controlar a diez niños en una sola minivan. Solamente era capaz estando Harry porque era el que los entretenía mientras manejaba, pero ahora que le tocaba aventarse toda la labor él solo, ya ni un mísero pañal podía cambiar a gusto.

―¡Papá, papá!―chilló de nuevo Jonathan, tallandose el rostro―. Quiero a papá Harry.

Louis vistió a Eloisa de nuevo con su mameluco y la tomó en brazos, pero antes de que pudiera girar y tirar el pañal, Penélope, de cuatro años, jaloneaba su pantalón. La niña acababa de levantarse después de una siesta que Louis la ayudó a conseguir hacía un rato. Se tallaba los ojos con somnolencia.

―Papi, ven conmigo a la cama―le suplicó Penélope, pasando por completo de los gritos que Jonathan echaba.

―Mi amor, pero ya puedes dormir tú sola.

―Pero quiero que estés conmigo―balbuceó, a punto también de llorar―. No puedo dormir si no estás.

Louis suspiró y abrazó mejor a Eloisa. Cómo se lo permitió con resignación, tomó la mano diminuta de su hija y pasaron por completo de Jonathan, quien seguía llorando con la mirada puesta al techo. Conociendo a sus hijos, sabía bien qué cuando hacía eso, ya era solamente para victimizarse y que su padre Harry llegará a consentirlo.

Mientras tanto, Penélope lo llevaba de regreso hacia su recámara, pero antes de cruzar el pasillo hacia allá, un estruendo en el cuarto de los gemelos Raúl y Javier lo hizo girar rápidamente hacia este, por lo que tuvo que apresurar a ir a ver qué rayos había sido.

Sin sus poderes, abrió la puerta de un solo azotón y ambos adolescentes lo recibieron con un golpe en la cara, ya que sin medir su fuerza, Raúl le arrebató el control de su consola a Javier, y antes de que pudiera controlarlo, salió volando.

Sangre Real |Larry Stylinson|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora